Diez días después de que la cota del Guadalete superara el umbral de desbordamiento, los vecinos de la zona rural intentan recuperar la normalidad. El nivel del río ha ido descendiendo a buen ritmo en las últimas jornadas y ronda ya los cuatro metros y medio por lo que el caudal se encuentra ya en su espacio habitual. No obstante, sigue habiendo agua estancada en algunas zonas.
Gracias a la mejoría, ya se puede circular por la carretera de La Ina desde el fin de semana aunque sigue cortada al tráfico la vía de servicio de la A-381 junto a Las Pachecas.
Las familias desalojadas de Las Pachecas, que duermen en el centro de barrio de la pedanía desde el viernes 8, llevan ya algunos días limpiando sus viviendas y trasladando los enseres que lograron sacar antes de que el río llamara a su puerta. “Mañana -por el martes- llevaremos las camas y los sofás y podremos dormir ya en casa”, asegura María Romo, una de las desalojadas por la crecida. En su caso, el agua solo ha entrado en el lavadero y parte del pasillo mientras que en la vivienda de su cuñada la riada ha dejado una cuarta de agua. Estas dos casas son las primeras que se inundan en Las Pachecas cuando el Guadalete se desborda. De las tres familias desalojadas en La Corta, dos aún están pendientes de volver a sus casas
En cuanto a la agricultura, cultivos de cítricos, zanahoria, remolacha y trigo se han visto afectados por la crecida.
Llamamiento de Unión Rural