Ojalá no tuviéramos que ocupar espacio en los medios denunciando que nuestro Ayuntamiento destroza nuestro patrimonio. Unos espacios que podríamos ocupar hablando sobre la apuesta municipal por un centro urbano sostenible, un centro urbano lleno de vida, donde se respeta la historia de una ciudad de la que deberíamos presumir por todo el mundo…en definitiva: una ciudad que felicitase a nuestro Ayuntamiento por querer mejor a Jerez.
Pero no es el caso. No nos mueve un interés político, ni un interés económico. Nos mueve querer vivir en un centro urbano del que sentirnos orgullosos y enseñar a nuestros amigos y familiares, enseñar el corazón de un Jerez que les enamore tanto como a nosotros. Queremos que se enamoren de un centro histórico lleno de vida y lleno de oportunidades laborales. Que fotografíen una estampa que pueda volar por el mundo y sea referente de sensibilidad ciudadana.
El capítulo del asfaltado de la calle Corredera es tan sólo el último acto de ‘desamor’ y de malquerer que nuestro Gobierno local comete contra nosotros, contra el corazón de una ciudad golpeado por la desidia y el abandono. Y nos quedaremos afónicos, gritando bien alto, que nuestro Ayuntamiento eligió la vía ‘rápida’ para solucionar algo de lo que somos realmente conscientes: nuestras calles, nuestros adoquines y nuestro patrimonio necesitan mantenimiento. Y puede hacerse con voluntad y compromiso político. Puede hacerse con pequeñas inversiones anuales y no sólo cuando sea inevitable.
Nos encantaría que en estas líneas pudieras leer felicitaciones por el fomento de viviendas en el centro a precios asequibles, o por la creación de espacios verdes que pudieran disfrutar nuestros vecinos. Nos gustaría que leyeras como Jerez sigue la estela europea de devolver los centros urbanos a los ciudadanos limitando la circulación de vehículos privados, donde el entramado del Centro Histórico esté conectado a una red de transporte urbano eficiente. Pero por desgracia, no es el caso. Si queremos ser capital Europea de la cultura debemos amar Jerez, deben amar Jerez. Y como asociación de vecinos y vecinas, estamos en la obligación de denunciarlo.
Y así seguiremos, alzando nuestra voz, convencidos de que debemos querer mejor a Jerez.
Tamara Jiménez Pérez
Presidenta AVV Centro Histórico de Jerez de la Frontera