La alerta surgió cuando una vecina comprobó que a la puerta de la casa donde se encuentra la antena de telefonía aparcó una furgoneta, de la cual se bajaron varios operarios portando herramientas que subieron a la azotea. La noticia empezó a correr por el barrio y los vecinos se congregaron en el lugar. Una vez comprobado que se estaban realizando trabajos en la azotea se pusieron en contacto con los presidentes de las dos asociaciones, La Pita y El Pinar, que a su vez transmitieron lo ocurrido a La Federación Local de Asociaciones de Vecinos Solidaridad.
Tal y como se les había aconsejado, los vecinos llamaron a la Policía Local por si era necesario levantar nuevamente acta. Fueron los agentes los que, hablando con los operarios, supieron que los trabajos que se estaban realizando eran de desmantelamiento de la conflictiva antena.