El Pleno dio este pasado viernes luz verde, por unanimidad y de forma definitiva, a la ordenanza municipal reguladora del servicio urbano de transportes en automóviles ligeros (taxis) en la ciudad. A la ordenanza, que fue aprobada inicialmente en sesión plenaria el pasado 24 de mayo, se le han añadido cinco alegaciones, tres presentadas por la ONCE y dos presentadas por un taxista particular.
Las alegaciones presentadas por la ONCE hacen referencia al traslado de los perros guías en los vehículos, al transporte de cochecitos de niños y de sillas para personas con discapacidad así como a que las tarifas estén escritas en sistema braille y macrotipos. En cuanto a las alegaciones presentadas por uno de los profesionales del taxi, las mismas hacen referencia a la autorización para vehículos de más de cinco plazas y los datos que deben aparecer en la tarjeta de identificación del conductor.
La ordenanza concreta aspectos de competencia municipal de ordenación y gestión en materia de taxi que no vienen recogidos en el Reglamento de los Servicios de Transporte Público de Viajeros y Viajeras en Automóviles de Turismo, aprobado por la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía en febrero del año pasado.
Desde el Ayuntamiento se asegura que “garantiza la consecución de un nivel óptimo de calidad en la prestación del servicio; el equilibrio entre la suficiencia del servicio y la rentabilidad del mismo; la universalidad, la continuidad y la sostenibilidad del servicio; la accesibilidad en el transporte público como elemento básico para la integración social de las personas y la superación de barreras. Igualmente se basa en la coordinación con los demás modos de transporte público y la búsqueda de la complementariedad con los mismos así como el respeto de los derechos y obligaciones recíprocas de las personas usuarias y de los conductores de los vehículos”.