El ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, ha sacado este jueves pecho de sus 24 años de gestión política en la ciudad y ha aseverado que en este tiempo “nunca” se inmiscuyó para influir en los criterios técnicos que avalaban la toma de decisiones por parte del consistorio.
Con tono decidido, e incluso permitiéndose algunos toques de humor, como cuando ha llamado “centro residencial” a la cárcel en la que cumple una condena de cinco años y medio, Pacheco ha defendido su actividad política en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Cádiz y en el que se le acusa de haber participado en la venta fraudulenta en el 2006 del solar municipal de la antigua estación de autobuses de Jerez. El fiscal pide para él una condena de siete años de prisión por esta venta, en un juicio en el que también están acusados el entonces gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda, Miguel Ballesteros; los promotores a los que presuntamente quiso beneficiar con la venta de este solar a menor precio del de mercado, y los tres “hombres de paja” que supuestamente utilizaron para simular un proceso de concurrencia en la adjudicación.
Pacheco no ha reconocido haber hecho nada mal en el proceso de venta que se inició en 2004 y concluyó en 2006, por lo que abarca desde el tiempo en el que tuvo sucesivos pactos de gobierno, primero con la popular María José García-Pelayo y después con la socialista Pilar Sánchez. Ha explicado que con ambas el Ayuntamiento quería “desprenderse” de “activos innecesarios” para cubrir el déficit de tesorería del consistorio, entre ellos la antigua estación de autobuses de Jerez, que se quiso transformar en un centro de ocio y comercial.
Pacheco, que en varias ocasiones ha tenido que levantarse de su asiento para estirar las piernas, ha asegurado que nunca intervino en el trámite de este venta, como dice el fiscal, para hacer que ese solar fuera adjudicado a los promotores José Luis López, El Turronero, y Francisco Chávez, a los que se vendió el inmueble por 2,7 millones de euros cuando supuestamente su valor era de 4,4 millones. El histórico líder andalucista ha señalado que la tasación hecha por los técnicos del inmueble no se revisó porque los técnicos pensarían que “estaba perfectamente valorado” y ha opinado que acertaron en esa decisión porque una nueva tasación seguramente hubiera sido a la baja. “Los bienes se deprecian con los años, como las personas”, ha apuntado.
“HABÍA DÍAS QUE FIRMABA 40 ESCRITURAS”
Pacheco, que firmó la escritura de compra con Ángel Moreneo, uno de los “hombres de paja” de los promotores, ha explicado que no tenía tiempo para leer todos los informes y documentos que tenía que firmar, en un periodo en el que se encargaba de coordinar el trabajo de cuatro concejalías. “Había días que firmaba 40 escrituras”, ha señalado para explicar que otro representante municipal leía con el notario y la otra parte el documento y cuando “todo el mundo estaba conforme”, él salía de su despacho y los firmaba “en cinco minutos”.
Pacheco ha aludido a que en su etapa al frente del Gobierno municipal se creó “un equipo técnico muy competitivo” en el que él confiaba plenamente porque “no tenía tiempo” de leer todos los informes que ofrecían para avalar las operaciones y ha asegurado que en aquel tiempo el Ayuntamiento “funcionaba como un reloj” y era “un hervidero de actividad”. Ha asegurado que si el gerente de Emusujesa estimó que la oferta de Ingeniera Jienense era la mejor para la compra del solar “sería la mejor” que recibieron.
El ex alcalde ha afirmado que no tenía amistad con “El Turronero”, un muy conocido promotor inmobiliario de la provincia por aquellos años. “En esa época no. Hoy sí es mi amigo”, una relación que, según ha contado, se inició cuando dejó la política y que confirma “cuando le miro a los ojos” cada vez que va a visitarle al “centro residencial Puerto III”. Pacheco no ha perdido la oportunidad de hablar de lo difícil que fue gobernar con sucesivos pactos con la popular García-Pelayo y la socialista Pilar Sánchez, dos ex alcaldesas que están citadas a declarar como testigos en este juicio el próximo martes, lo que puede crear una situación pintoresca en el juicio. “No se puede imaginar lo que es gobernar en contra de los celos y de los recelos”, ha dicho en una sesión en la que también se ha referido a los “ataques” que hubo entre ellos. “Las consecuencias han sido muy graves”, ha señalado en referencia a que, años después, él está en prisión, Sánchez está a punto de entrar, y García-Pelayo está siendo investigada por el Tribunal Supremo.