Enrique Olmo está haciendo sus primeros pinitos como entrenador. El polivalente jugador del Xerez DFC está entrenando junto a Biri a los chavales que forman parte de la escuela de fútbol del club xerecista, una experiencia que, según sus propias palabras, se está convirtiendo en “especial”.

El futbolista destaca que “ya antes había tenido la oportunidad de trabajar con niños pero no en temas relacionados con el mundo del fútbol, que es lo que me gusta, y la experiencia ha sido bastante bonita como entrenador. Dirigir a niños pequeñitos de tres, cuatro y cinco años que llegan sin saber nada es interesante”, añadiendo que “cuando me hice cargo de ellos, alguno no sabía prácticamente ni golpear bien la pelota y el avance ha sido tremendo, te sientes muy satisfecho. A pesar de lo pequeños que son, aprenden muy rápido, se les ve el progreso. Para un entrenador es gratificante y te sientes plenamente realizado”.

El equipo de Olmo ya ha competido en citas como la Liga Antonio Puerta y los pequeños han ido de menos a más: “La verdad es que empezamos bastante mal, todos los equipos nos pasaban por encima, nos metían diez, once o doce a cero pero luego, poquito a poco, fuimos a más. Llegaron niños nuevos y el equipo ha ido mejorando, jugando mejor y los niños han progresado y aprendido muchísimo. Hemos conseguido meternos arriba, estamos segundos a falta de un par de partidos para que termine la competición”.

Como técnico, lógicamente, Olmo no oculta su satisfacción por la gran evolución de sus pequeños. “Los niños están encantados, no es igual perder doce a cero que terminar un partido cinco a cuatro. De todos modos, con este edad, se van contentos para casa aunque hayan perdido porque ellos lo que quieren es jugar y divertirse. Tanto Biri como yo, que somos los encargados de este grupo, estamos contentos, nos alegramos mucho por los chicos, te metes en el papel y lo vives muy mucho, tanto si vas ganando como si no consigues el resultado que esperas”.