El sector vitivinícola iberoamericano explora desde hoy el enorme potencial y los lazos comerciales, culturales y de negocio que existen entre los 12 países que componen la comunidad iberoamericana de naciones, en un encuentro internacional que ha reunido en Jerez de la Frontera a más de un centenar de participantes y cuya apertura ha corrido a cargo de la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, y de los representantes de las organizaciones promotoras; la vicerrectora adjunta de Relaciones Internacionales de la Universidad Politécnica de Madrid, María Teresa Arredondo, y del presidente de la Federación Española del Vino (FEV), Javier Pagés.
Pagés ha comenzado su intervención inaugural señalando que pese a que los mercados y las condiciones de producción en las naciones iberoamericanas son muy distintos, y esta diversidad es necesario preservarla, hay algunos elementos culturales comunes que pueden ser muy potentes en la comunicación, empezando por la lengua, una lengua común que facilita mucho las cosas.
En su opinión, esto debería facilitar los negocios, “y muy especialmente los negocios del vino, que es un producto que tiene intensas connotaciones culturales, que requiere mucha comunicación y está muy vinculado a las costumbres y a la gastronomía”. Según Pagés, para que el vino esté presente en la sociedad y se consuma adecuadamente es necesario hablar y escribir sobre el producto: “Transmitir esta información que es compleja, rica y muy diversa, es la cultura que garantiza que el vino se consuma con inteligencia y moderación y, para ello, tener una lengua vinculada a la cultura del vino es un factor de éxito”.
Según ha apuntado el presidente de la FEV, las estadísticas de la OIV indican que el vino es el producto agrícola con mayor índice y volumen de intercambios internacionales. Sin embargo, ha lamentado que a pesar de ser un producto muy internacionalizado, no es universal: “Nuestro producto tiene todavía muchas barreras de acceso, muchos prejuicios culturales y religiosos, demasiada ideología detrás de proteccionismos y prohibiciones, pero el fenómeno de la globalización terminará hibridando las culturas y en este entorno podemos esperar que muchas murallas empiecen a caer para el vino”.
A continuación, María Teresa Arredondo ha destacado la importante labor institucional que la UPM desarrolla en Iberoamérica, destacando que de los más de 700 convenios con instituciones que mantiene la UPM en el mundo, alrededor de 500 se han firmado con Latinoamérica.
Sobre el foro, ha subrayado la importancia de un sector, el vitivinícola, que representa un gran interés no solo por razones económicas sino también por el valor de su producción, por razones sociales, culturales, históricas y de desarrollo de país. En su opinión, este encuentro contribuye a establecer alianzas y proyectos de colaboración entre empresas iberoamericanas que tienen muchas cosas en común además de la cultura y el idioma y es además punto de partida para una alianza “que esperamos que se afiance en el tiempo en el gran espacio iberoamericano y se consolide en favor de las generaciones venideras”.
La apertura ha concluido con las palabras de la alcaldesa de la ciudad anfitriona, quien ha destacado la importancia de un foro que va a permitir situar a Jerez y sus vinos en Europa y en Iberoamérica, en unos días de especial importancia para la ciudad, ya que coincide con los actos centrales de celebración de la designación de Jerez como Ciudad Europea del Vino 2014.
Para la alcaldesa, oportunidades como esta han de contribuir a que el vino se convierta en un vehículo “que una y tienda puentes entre países” y ha subrayado que el vino, cuando se consume de manera moderada, “hace amigos, es saludable, genera industria y empleo y crea y hace cultura”. García Pelayo ha destacado asimismo la riqueza de contenido de un foro en el que se abordan desde los medios de producción hasta la investigación, la arquitectura de bodegas o la importancia de las que son “cuestiones que interesan a todos, no solo a miembros del sector sino también a responsables políticos”.
Tras la apertura, el director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Jean-Marie Aurand, ha presentado una radiografía del sector vitivinícola mundial con los datos provisionales de 2013, a falta de un mes de que se conozcan las cifras definitivas. Con esos datos, Aurand ha destacado las principales tendencias y perspectivas del mercado que pasan por un aumento de la producción, la estabilización del consumo mundial y la disminución de los volúmenes de exportación disponibles en 2013.
A lo largo de su exposición, el director general de la OIV ha comentado los principales aspectos de la coyuntura mundial para el sector, entre ellos una reducción de la superficie cultivada mundial del 4% desde 1995, fundamentalmente en la UE, donde se han perdido más de 300.000 hectáreas por los programas subvencionados de arranque.
Sobre la producción, ha destacado que, tras un 2012 de especial escasez, en 2013 se ha recuperado la tendencia creciente y la previsión es que se alcancen los 281 millones de hectolitros, volviendo a niveles de 2006. Entre los países, que más han crecido en 2013 destacan Argentina, España, Grecia, Hungría, Nueva Zelanda y Rumanía
Por lo que respecta al consumo, Aurand ha cifrado las estimaciones para 2013 en 245 millones de hectolitros, destacando que se recupera un poco el consumo tras los efectos negativos que tuvo la crisis de 2008. Ha destacado además que la diferencia entre producción y consumo es de 35 millones de hectolitros y que, por primera vez desde 2006, la producción es más alta que los usos globales de vino, incluyendo los vinos para usos industriales.
Por último, el director general de la OIV ha destacado la tendencia creciente del mercado hacia la exportación, cuya importancia se ha multiplicado especialmente en la última década. Al respecto, ha señalado que los 11 primeros países exportadores representan el 90% de las exportaciones totales de vino, en un contexto marcado por la disminución del volumen y el aumento de precios, fundamentalmente en países como España e Italia. Mientras, otros países como Chile y Sudáfrica han reducido sus precios y se han beneficiado de las menores ventas de los principales exportadores.
En cuanto a importaciones, ha destacado que Estados Unidos ha superado a Reino Unido como primer importador de vino en valor mientras que los mercados europeos crecen a un ritmo más lento, al ser mercados con un mayor grado de madurez.
El primer Foro Empresarial Iberoamericano del Vino (FEIV), que se celebra en Jerez de la Frontera entre el 20 y el 22 de febrero, bajo la presidencia honorífica de S.M. el Rey Don Juan Carlos I; está promovido por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Federación Española del Vino (FEV); con el alto patrocinio de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB); bajo los auspicios de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV); el patrocinio de Banco Santander y Amorim; y la colaboración del Ayuntamiento de Jerez, Fedejerez y del Consejo Regulador D.O. Jerez.
En él participan empresarios, bodegueros, investigadores universitarios y representantes institucionales de todos los países convocados: Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, México, Portugal, Perú, Uruguay y Venezuela, junto con España. Por tanto, reúne al primer país del mundo en términos de superficie de viñedo y producción (España), junto con algunos de sus principales destinos de exportación y actores crecientes en el Nuevo Mundo vitivinícola.