Francisco Javier García Jiménez, de 38 años de edad, perdió la vida el 29 de enero de 2008 como consecuencia de un desgraciado accidente laboral. El joven acabó electrocutado mientras prestaba sus servicios como monitor de electricidad en una escuela taller de Bornos, y por ese hecho será juzgada la por aquel entonces directora del centro, Encarnación R. M., por dos presuntos delitos de homicidio con imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores. El suceso ocurrió el citado día a las 14.00 horas, como consta en la calificación del fiscal, donde se explica que la escuela estaba siendo sometida a un proyecto de rehabilitación y puesta en funcionamiento, con el fin de destinarla a centro cultural y juvenil de la localidad. En ese momento en concreto, la víctima se encontraba con un grupo de alumnos montando un cuadro eléctrico auxiliar, en una planta alta del edificio carente de corriente eléctrica. Leer noticia completa