Santo Domingo fue su casa, y a ella vuelve la hermandad del Cristo, para conmemorar así sus 425 años de fervor, devoción, plegarias y oraciones ante la Virgen del Valle y el Cristo de la Expiración. Más de cuatro siglos en los que la vela de la Virgen del Valle jamás se apagó, porque así lo quisieron sus hermanos. Idas y venidas, tiempos bueno, y no tan buenos, que hoy viven un momento singular con la llegada de las imágenes titulares de la corporación hasta la iglesia conventual de Santo Domingo.
Sale a las siete de la tarde, y pasará por San Miguel, siempre San Miguel, para llegar al templo dominico sobre las diez de la noche. Curiosidades, detalles para el recuerdo, muchos… La dolorosa, vestida por Fernando Barea con su terno negro, procesiona en el paso de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, y el Cristo olvida su malla calada para salir con el sol y la luna evocando, en terciopelo, tiempos pretéritos. Mientras que el Cristo llevará música de capilla, la banda Acordes de Jerez irás tras la dolorosa de la hermandad, que cogerá por Pza. Cristo de la Expiración, Sancho Vizcaíno, Zarza, Ramón de Cala, Antón Daza, Barja, Plz. León XIII, San Miguel, San Pablo, Caballeros, Pza. Arenal, Consistorio, Pza. Yerba, Conde Cañete del Pinar, Pza. Plateros, Pza. Santo Ángel, Tornería, Rafael Rivero, Pta. Sevilla, Alameda Cristina, Iglesia de Santo Domingo.
Tras los cultos que la hermandad aplicará en honor del Cristo de la Expiración y María Santísima del Valle Coronada, la cofradía regresará a San Telmo, ya con sus aires clásicos de Viernes Santo, el próximo sábado, 15 de junio, en procesión extraordinaria.
¿pero esto qué es, una noticia o un amago de pregón?