Las cuatro familias que tuvieron que abandonar sus viviendas la pasada semana debido a una nueva crecida del río Guadalete se están planteando volver a casa a partir de hoy. Cada día acuden a sus parcelas a ver las consecuencias del agua y algunos ya han mostrado sus intenciones de regresar para recuperar cuanto antes la normalidad.
El agua ya se ha retirado de las casas y el río ha vuelto a su cauce aunque sigue trayendo una notable cantidad de agua a consecuencia de los últimos desembalses de Bornos. “Lo que tememos es que siga lloviendo y vuelvan a abrir las compuertas”, explica desde la zona la única que no se ha marchado de su vivienda, Manuela Vargas. Es la segunda vez este año que los vecinos de estas parcelas pertenecientes a La Ina han visto cómo el agua entraba en sus casas. Cuando apenas habían limpiado la primera riada, la segunda crecida volvió a sacarlos de sus viviendas el pasado viernes.
“Nadie nos avisa”
Manuela Vargas ha vuelto a destacar que “nadie nos avisa y somos nosotros los que tenemos que estar pendientes del agua”, explica. Fueron ellos los que llamaron a Protección Civil en vez de al contrario, como suele ocurrir en otras poblaciones que sufren los mismos problemas de inundaciones. “Nadie viene a preguntar qué ha ocurrido, como si no hubiese pasado nada”, lamenta.