Ocurrió minutos antes de la igualá del paso de palio de la Soledad. Martín Gómez, su capataz desde hace ya una década, dirigió con acierto la corona dolorosa que la hermandad le dedica mensualmente. Cercano, íntimo, el capataz desgranó en una introducción inolvidable los motivos que le llevan a querer a la Soledad, y su compromiso con Ella. Después, emocionado, fue desgranando uno a uno los avemarías que componen la corona dolorosa, los siete dolores de María, para terminar pidiendo a la dueña de la Porvera por la salud e intenciones de los hombres que, minutos después, igualaron en la iglesia de la Victoria.

De nuevo, más de dos cuadrillas conformarán el grupo humano que se encargará de portar a la bella dolorosa de Pomar, uno de los grandes tesoros de la Semana Santa jerezana. El primer ensayo tendrá lugar el próximo sábado 2 de febrero, a partir de las cinco de la tarde.

Sucedió como se lo cuento… La Esperanza había pasado, perfumando la Porvera con su tradicional olor a hierbabuena, salpicado del perfume del nardo, cuando la Soledad se quedó sola… Pasó la Esperanza por la Victoria con la elegancia de quien se sabe guapa, coqueta y admirada, y allí quedó, enfrente, la belleza desnuda de la Soledad… Apenas fue un minuto…

Pronto, frente a Ella, fueron entrando oraciones, plegarias, miradas… Gente que necesitaba mirar de frente el leve declinar de su rostro, convirtiendo la algarabía de la Esperanza, la de la piel del color de la aceituna, en la oración pausada de la que se aferra al clavo como quien se aferra a su propia vida. Dos dolorosas tan distintas, que Jerez se quedaría coja sin una de ellas. Dos dolorosas que bien merecen una corona de oro.

Una, la tendrá el próximo año. La otra, viendo lo que ocurrió anoche en la Victoria, la tendrá mucho antes de lo que muchos creen…

La junta de gobierno de la hermandad de la Soledad, reunida con carácter ordinario, decidió por unanimidad que la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de la Caridad y Cristo del Amor, recientemente fusionadas, continúe acompañando al paso de misterio del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo en la próxima estación de penitencia delViernes Santo.

La cofradía que preside Álvaro de la Calle ha argumentado que “los estrechos lazos de unión entre la banda y la hermandad así como la concesión del título, hace dos años, de Hermano Honorífico por su colaboración con nuestra corporación, han sido motivos más que suficientes para que la hermandad vuelva a depositar su confianza en los músicos que, con tanto cariño, han venido procesionando tras nuestro titular los últimos Viernes Santo”.

La hermandad de la Soledad, ante los momentos difíciles que la banda ha venido atravesando, muestra su total apoyo y confianza a la misma, “anteponiendo la necesidad de los componentes de no quedar en soledad a cualquier otro criterio musical, del que estamos convencidos, la banda sabrá estar a la altura, como siempre ha demostrado”, reza el comunicado mandado por la mesa de hermandad a los medios de comunicación.

Asimismo, la junta de gobierno ha querido agradecer públicamente a las numerosas formaciones musicales que durante este tiempo se han interesado en ofrecer sus servicios a la hermandad, que consolida de esta manera no solo su estilo musical, sino también su relación con esta banda de cornetas y tambores jerezana.