La cuaresma comienza hoy. Apenas quedan cuarenta días que para que la Semana Santa se apodere del centro de nuestra ciudad, y los cristianos están convocados por el cabildo catedral a las ocho de la tarde para recibir la ceniza en el primer templo diocesano. José Mazuelos, obispo diocesano, oficiará la celebración de la eucaristía a esa hora con el tradicional signo dela imposición de la ceniza en la frente del creyente, símbolo de penitencia y conversión.

Los cofrades comienzan esta cuaresma con varias citas interesantes. Así, el Señor de los Trabajos estará expuesto en la iglesia de la Victoria, el Santo Crucifijo de la Salud hace lo propio en el sagrario de la parroquia de San Miguel, de nuevo en su cruz de plata y sin potencias ni corona, Nuestro Padre Jesús en su Sagrada Mortaja y la Virgen de la Caridad estarán expuestas en el convento de Capuchinos, el Señor de la Vía-Crucis estará en el convento de San Francisco y el Santo Ecce-Homo en la parroquia de San Pedro también estará expuesto para la adoración de los fieles.

FOTOS: IVÁN CARO

La hermandad de la Buena Muerte celebró ayer, en la Basílica de la Merced, el besamanos de su imagen titular mariana, María Santísima del Dulce Nombre. La dolorosa, ubicada con gusto exquisito en la capilla que habitualmente sirve de oratorio en el templo basilical para la cofradía que dirige Jose Vicente Montoro, lucía espléndida con manto y saya rosa, colocados con la pericia habitual de José Carlos Gutiérrez, su vestidor. El Santísimo Cristo de la Buena Muerte y San Juan sirvieron para completar un besamanos singular, que sirve de clausura de los actos que la hermandad ha dedicado a su dolorosa con motivo de la festividad del Dulce Nombre de María. Los próximos cultos de la hermandad ya serán en noviembre, cuando la corporación se dedique al Santísimo Cristo de la Buena Muerte con ocasión del mes de los difuntos.