La sorpresa llegó días antes de que se celebrase la boda. Responsables de la seguridad de la visita de la Reina Doña Sofía y las primeras damas de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Cádiz se pusieron en contacto con los novios y les pidieron la relación de todos lo invitados que fuesen a asistir a la celebración del enlace, a celebrar este pasado sábado 17 de noviembre en González Byass. Y es que Su Majestad y sus acompañantes iban a visitar las mismas bodegas y comer allí, después de presenciar el espectáculo ecuestre de la Real Ecuestre.
Y les pidieron también copia del DNI de todos los invitados. Éstos, lógicamente, no pusieron ningún problema y cumplieron con los requisitos de los responsables de seguridad de la visita de la Reina y las primeras damas de la Cumbre Iberoamericana.
Con la enorme empatía y clase que demuestra contínuamente doña Sofía (es la única persona que yo salvaría de la familia real, y a su hijo, pero como premio hacia ella por lo mucho que aguanta en Casa), seguro que le habrá hecho poca gracia la medida y que si la ha consentido es por la seguridad de sus invitadas. Si hubiera sido exclusivamente para seguridad suya, estoy convencido de que hubiera preferido correr riesgo antes que molestar a nadie. Por cierto, enorme acierto del Ayuntamiento al dedicarle una gran avenida, lo merecía antes que el Rey.
Y de quién es la culpa? A quién se le ocurre alquilar un salón (casco de bodega en este caso) el mismo día y a la misma hora que ofreces un ágape a la reina y demás notables?
Claro que, visto del otro lado, en Jerez sigue habiendo 20 ó 30 bodegas que hubieran estado encantadas de albergar este papeo real, que parece que ‘los González’ tienen la exclusiva…