El negocio de karts situado en Luz Shopping vivió ayer sin lugar a dudas el episodio más desagradable experimentado desde su apertura. Como informaron a este medio fuentes policiales, todo ocurrió al filo de las seis de la tarde cuando un grupo de clientes, a quienes varios empleados habían llamado la atención por su comportamiento, la emprendió a golpes con éstos delante de diversos y atónitos testigos. El citado grupo, compuesto por siete jóvenes vecinos de la zona rural, estaba haciendo un uso indebido de los vehículos al utilizarlos para impactar contra otros al estilo de los populares ‘coches-choque’.

Así lo confirmaron fuentes del mismo negocio, explicando que dos monitores de pista acudieron entonces a llamarles la atención. Ni cortos ni perezosos, los siete se bajaron de los karts y comenzaron a golpearles, y una de las chicas que estaba en el interior del local en la caja salió a defender a sus compañeros. Los tres trabajadores acabaron con contusiones y varias lesiones, hasta que los agresores escaparon al ver llegar al personal de seguridad del área comercial. “Los clientes estaban asustados -declararon estas fuentes-. Estuvieron incluso amenazando de muerte a los chicos, y diciendo que como los denunciaran iban a quemar el local”.

La rápida intervención de los guardas de seguridad y de la Policía Nacional, que se personó al instante, impidió que la cosa fuera a mayores y los jóvenes abandonaron precipitadamente el recinto. Según la Policía, los autores de la paliza no han sido detenidos aunque están perfectamente identificados, por lo que no se descarta su detención en las próximas horas. En lo que respecta a los tres empleados heridos, fueron atendidos en el Hospital por lesiones de carácter leve como magulladuras, hinchazón facial y pérdida de parte de un diente.

“Estamos preocupados -confesaban desde la empresa-, ante la posibilidad de que vuelvan otra vez. Les hemos denunciado por daños físicos y también lo haremos por daños materiales en los vehículos. Éste es un negocio creado para que la gente se divierta, y cuando eso pasó muchos niños se pusieron a llorar y sus padres devolvieron los tickets”. Por fortuna, el episodio violento se ha quedado en un hecho puntual y los perjudicados confían en que la justicia tome cartas en el asunto y lo que está diseñado como zona de ocio no se vuelva a convertir en escenario de una batalla campal.