Mientras el Ayuntamiento intenta salvar los muebles y evitar su expulsión del Consorcio de Bomberos, la plantilla continúa apostada a las puertas del parque en un campamento improvisado que no levantará hasta el cobro de las nóminas. Pese al deseo municipal, sin embargo, parece que de momento el expediente con el que el ente provincial le dará el pasaporte sigue su curso. En contra de lo esperado, los funcionarios se han mostrado a favor de la escisión del Consorcio argumentando que sin la intermediación de éste se ahorrará más dinero público y ello saneará las cuentas y permitirá el pago de los salarios en tiempo y forma.

Ahora, el personal del parque ha dado un paso más en su argumentación elaborando un informe que refrenda su postura y en el que, entre otras cosas, se aporta un dato revelador: el Ayuntamiento destina 4.382.431 euros a una serie de gastos del Consorcio que, según los bomberos, no repercuten en la seguridad ciudadana. Desglosada, esta cantidad corresponde por una parte a lo aportado para empresas externas (sala de emergencias, gabinete jurídico, gabinete de comunicación y formación variada) cifrado en 1.754.000 euros, y por otra a las retribuciones de un personal que los funcionarios consideran duplicado y que alcanza la friolera de 2.628.430,61 euros.En este caso se trata de una amplia gama de profesionales que abarca administrativos, técnicos y altos cargos, incluido el presidente.

La explicación de los impulsores del informe es sencilla: el Ayuntamiento ya dispone de todo ese personal y esos servicios anteriormente mencionados en plantilla; la alcaldesa, incluso, podría hacer las veces de presidente por lo que con ello se ahorraría toda esa cantidad que, a juicio de los funcionarios, esta repercutiendo “inútilmente” en el bolsillo de los jerezanos. “Creemos que esto es malgastar el dinero público -afirman-. Al final, lo que pagan los contribuyentes se invierte en la estructura de Cádiz y en los amiguetes de los que han puesto a ciertos cargos ahí. Si se invirtieran bien esas cantidades, Jerez podría tener hasta 100 bomberos”.

En la actualidad el parque cuenta con 63 efectivos pero, como refleja el documento, la administración local está pagando al Consorcio como si la plantilla constara de 38 personas más, gastándose algo más de 4 millones de euros anuales en retribuciones. Unos sueldos que también denuncian que están inflados en algunos casos, existiendo unas diferencias descomunales entre un puesto y otro y sin tener en cuenta quiénes son los que realmente se juegan la vida en la calle. Así, un bombero raso cobra 1.650, 58 euros mientras que un subinspector llega a percibir 3.225, 54 y un intendente de zona (que no acude a apagar fuegos) 4.391,59 euros.

Entre el agravio comparativo y lo que tachan de “despilfarro absoluto” a tenor de los números, los bomberos están dispuestos a poner el informe sobre la mesa de quien haga falta y lograr que la expulsión se haga efectiva para que la falta de intermediarios pueda redundar en una mejora del servicio. En el caso de que Jerez acabe fuera del Consorcio, habrá que tener fe en que el Consistorio pueda afrontar estas nuevas nóminas.

Aunque solo es un borrador, el concejal del Área de Movilidad, Agustín Muñoz, ha querido presentar esta mañana el proyecto de la nueva red de autobuses que técnicos municipales con la colaboración de los propios conductores han diseñado. Se trata de un ambicioso plan con el que el gobierno local pretende captar algo más de un millón de usuarios nuevos al año, lo que supondría pasar de 4.000.000 de viajeros a 5.300.000, que es el objetivo que se propuso Urbanos Amarillos cuando asumió la concesión del servicio. Como explicó Muñoz, las bazas fundamentales que presenta el plan son el aumento en siete vehículos de la flota (de 38 a 43 autobuses) y una redefinición de los trayectos que incrementará la frecuencia de paso, con lo que se posibilitará que la espera media en la parada se reduzca en 10 minutos.

Asimismo, se incrementarán dos líneas en la central de la Plaza Esteve (11 y 12) con el fin de dar respuesta a la demanda de autobuses en el centro. “Con esta propuesta mejoramos los recorridos en la principales líneas; también mejoramos la accesibilidad a determinadas zonas -como avenida Caballero Bonald, avenida Tío Pepe o edificios París y Roma- y alcanzamos una puntualidad mayor con recorridos más rectos y menos gravosos”. Por poner solo algunos ejemplos, la línea 22 (que lleva de Esteve a Luz Shopping y Picadueñas) contará con tres vehículos mientras que en la actualidad solo dispone de uno; la 23 con destino Las Torres (de las más demandadas) mejorará la frecuencia de paso en 5 minutos y la 24, que acaba en Hipercor, tendrá una frecuencia de 18 minutos frente a los 30 actuales.

En general, todas las líneas sufrirán cambios en aras de un mejor servicio. No obstante, aún queda mucho trabajo pendiente, puesto que los colectivos implicados (fundamentalmente trabajadores y asociaciones de vecinos) deberán consensuar los detalles de la nueva red con el Ayuntamiento, con el fin de que antes de final de año esté en uso, incluyendo esos siete autobuses nuevos. Como se recordará, el servicio de autobuses urbano está secuestrado por el Consistorio y en estos momentos se adeudan a los conductores las nóminas desde marzo. Una razón por la que han decidido ponerse en huelga, a partir del día 1 de octubre.

El presidente del comité de empresa, José María Romero, acudió a la presentación del borrador del proyecto y mostró la satisfacción del colectivo porque “es la primera vez que se da a los trabajadores la oportunidad de participar en la creación de una red nueva”. En esta línea, confesó que nada le gustaría más que desconvocar la huelga, por lo que confió en que a pesar de la cantidad que se debe a cada perjudicado ambas partes consigan llegar a un acuerdo que logre frenar la protesta.

Alrededor del 40% de la plantilla del Parque de Bomberos de Jerez iniciaron ayer por la tarde una acampada a las puertas del recinto, que se prolongará de forma indefinida hasta que los funcionarios cobren la nómina atrasada. Además de eso, los efectivos piden la desvinculación de Jerez del Consorcio Provincial como otra de las condiciones para disolver la protesta, con el fin de que el Ayuntamiento asuma al personal y se ponga fin a la intermediación de Cádiz. Como explicó uno de los afectados a este medio, con ello se impedirá la desviación de parte del presupuesto a “gastos superfluos” y se podrá hacer frente con mayor garantía al pago de los salarios.

Como publicara Reporteros Jerez, los bomberos también han comenzado una huelga de brazos caídos, lo que implica que solo trabajarán a requerimiento de la sala; es decir, cuando haya una urgencia. Así lo han decidido los casi 60 bomberos que conforman la plantilla del Parque de Jerez, debido al impago de su última nómina después de que el Consorcio haya decidido no abonar la de aquellos funcionarios que pertenezcan a ayuntamientos endeudados, como es el de Jerez. En concreto, el Consistorio debe ya 7 millones de euros al organismo provincial.

“Lo que queremos es un compromiso y que nos paguen religiosamente a principio de mes -explican-. Si hay que pedir la disolución y que pasemos al Ayuntamiento, pues lo haremos. Quizá sea mejor no tener intermediarios”. Todo es poco, como concluyen, para que se haga justicia con ellos como trabajadores y no paguen justos por pecadores.

La sombra de las protestas vuelve a planear sobre el servicio de autobuses urbanos de la ciudad de Jerez. Y es que como parecía que iba a ocurrir, los trabajadores de Urbanos Amarillos han decidido esta tarde en asamblea convocar nuevos paros por el impago de sus nóminas, unas movilizaciones que darán comienzo el próximo día 1 de octubre.

Hay que recordar que actualmente y desde hace cuatro meses la gestión de esta empresa está en manos del Ayuntamiento que es el que gestiona la concesión tras el secuestro, por lo que será el equipo de gobierno de García-Pelayo el que deberá lidiar con este asunto.

En la asamblea celebrada esta tarde en el edificio de los sindicatos la plantilla ha votado a favor de las protestas que comenzarán el próximo día 1 de octubre, y que incluirán paros de 24 horas en semanas alternas hasta el día 10 de diciembre. Si llegada esa fecha sigue sin haber solución, los empleados de los autobuses han decidido que la huelga pase a ser todas las semanas hasta el próximo 4 de enero, lo que puede dar la puntilla al muy perjudicado comercio de la ciudad en la campaña navideña.

El comité de empresa apunta que han intentado por todos los medios evitar la huelga, pero que las cinco nóminas que se les deben a los trabajadores han pesado más en el ánimo. “Están desesperados”, afirman.

El próximo paso que darán será entregar un escrito en el que se notificará la convocatoria de las movilizaciones a ejecutivo, y esperarán que les citen desde el Sercla o en cualquier otro ámbito para “poner soluciones en la mesa que alivien nuestra situación y eviten la movilización”.