El Juzgado de Instrucción Nº1 de Arcos ha recibido la denuncia del padre de un menor jerezano que reside en Paterna por haber recibido, presuntamente, varios golpes por parte de la Guardia Civil durante un control.
Los hechos, según el denunciante, sucedieron el pasado jueves cuando el joven circulaba su vehículo por la A-384, junto a un amigo. En un momento determinado se detuvieron en un control de carreteras montado por los GRS de la Guardia Civil en el término de Algodonales. Tras bajarse por orden de los funcionarios, asegura que separaron a los menores y comenzaron a interrogarle sobre su edad y filiación, golpeándolo repetidas veces con bofetadas y puñetazos en la cara y el pecho. El padre de la víctima sostiene que fue golpeado por uno de los agentes, mientras que los otros tres miraban rodeándolo sin detener a su compañero. Consecuencia de los golpes, el menor sufrió una contusión en el codo izquierdo, hombro izquierdo, huesos propios de la nariz que le provocó epistaxis y parrilla costal izquierda.
Según esta versión de los hechos, el menor en ningún momento “opuso resistencia ni agredió a los agentes ni dio motivo para ese comportamiento hacia él”. Finalmente, y con la cara ensangrentada, fue conducido al puesto de la Guardia Civil de Algodonales, siendo puesto en libertad cuando su padre acudió acompañado de su abogado.
Así, tras lo supuestamente acontecido, consideran que el agente podría haber incurrido en un delito de torturas, según el artículo 174.1 CP