Las hermanas del convento de sor Ángela de la Cruz han tenido la loable iniciativa de repartir comida a los más necesitados. La casa religiosa se encuentra muy cerca del comedor del Salvador, por lo que son muchas las personas que a diario se dejan ver por la zona para acudir a un lugar u otro a recibir una ayuda tan esencial en los tiempos que corren. Por desgracia, la demanda ha sido tal que la Policía ha tenido que intervenir durante dos días seguidos a las puertas del convento, por los incidentes ocasionados por algunas de las numerosas personas que aguardan en la cola.

Así lo han confirmado a este medio fuentes policiales, informando de que las primeras peleas se produjeron el pasado jueves, por lo que el viernes ya se organizó un dispositivo especial para trasladarse a los alrededores del recinto. El problema, según estas fuentes, reside en que a diferencia de lo que ocurre en el comedor del Salvador, en sor Ángela de la Cruz no tienen un control exhaustivo de víveres ni una lista detallada que quién los pide, por lo que es habitual que las existencias se acaben y surja el malestar entre los presentes. “Está acudiendo infinidad de gente -explican-, muchos porque lo necesitan y alguno que otro para aprovechar la coyuntura. La cuestión es que la falta de suministro hace que se peleen entre ellos, hasta el punto de que ayer las monjas estuvieron pensando si cerrar el convento”.

La solución para ello radicaría en que se estableciera un mayor control sobre los alimentos y sus receptores, algo que depende enteramente de las hermanas. La Policía, por su parte, se limitará a incrementar su presencia en el entorno, con el fin de evitar los disturbios. Éstos, no obstante, podrían continuar pues los agentes advierten que “hay una gran demanda, y la gente está realmente desesperada”.