La diócesis celebró el pasado domingo la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, y lo hizo con la eucaristía solemne, presidida por el obispo diocesano, celebrada en la catedral, y la posterior procesión con el Santísimo Sacramento por las calles de nuestra ciudad. Una procesión que salió más allá de las ocho de la tarde, y que contó con los elementos tradicionales de esta festividad sacramental, a excepción de la banda municipal de música, que no pudo participar por la actual situación que padece la formación musical.
Es turno ahora, por tanto, para el resto de procesiones sacramentales de la ciudad, que comenzarán con el Corpus chico de la propia catedral, así como la procesión de Minerva que organiza la sacramental de San Miguel, o el Corpus de la Candelaria.