La cofradía de la Cena celebró anoche, en su casa de hermandad, el reciente nombramiento del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, que le permitirá presidir con la talla de Luis Ortega Brú el Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, el próximo 23 de febrero, primer lunes de cuaresma.

Muchos son los años que lleva la corporación que preside Daniel Romero detrás de esta designación. De hecho el hermano mayor expresó, en el brindis que tuvo lugar en las dependencias de la casa de hermandad, su “satisfacción por ser un día histórico para nuestra cofradía. Estamos desde ya pensando y soñando con recorridos, novedades, aspectos litúrgicos y estéticos, que conviertan este encuentro con el Señor de la Cena en algo histórico, en un reto que la hermandad tiene que saldar con nota”.

Fue Manuel Muñoz Natera el primero en solicitar, al Consejo que presidía por aquel entonces Fernando Fernández-Gao, la designación del Señor de la Cena para presidir este Via-Crucis, hecho que ha repetido en varias ocasiones Daniel Romero, actual hermano mayor, a Pedro Pérez, presidente de la Unión de Hermandades. Finalmente, el sueño se ha hecho realidad, tras décadas de espera, ya que como asegura el hermano mayor a Reporteros Jerez, este nombramiento colma de “alegría y satisfacción a la hermandad, pero también de responsabilidad. Nuestro mayor reto es conseguir que Jerez sienta por Señor de la Sagrada Cena lo mismo que sentimos sus hermanos, enamorar a Jerez de esta talla que es nuestro norte y nuestro sur, y conseguir que este viacrucis sirva de encuentro no sólo para todos los hermanos, sino también para el pueblo de Jerez”.

Para ello, la cofradía ya está trabajando en novedades e iniciativas, pese a que la oficialidad del nombramiento fue confirmada ayer por el hermano mayor. Se están analizando posibles recorridos, novedosos en su mayoría, así como la confección de una nueva parihuela para el Señor, y también iniciativas que consigan que “desde el hermano número uno de la hermandad, José Guerra, hasta el último monaguillo apuntado en nuestro censo, participe en el primer lunes de cuaresma de este acto piadoso”, ha explicado Daniel Romero, que sitúa en cambio un reto mucho más ambicioso para esa jornada. “Es el viacrucis de todas las hermandades, es el viacrucis de Jerez. Y la hermandad tiene que comprender que, por unas horas, esa talla que sentimos nuestra la tenemos que entregar a Jerez para se enamore de Ella. Debemos ser abiertos, solidarios, participativos y hermanos, en el más amplio sentido de la palabra, para que todos sientan por el Señor lo mismo que sentimos nosotros. Ese es nuestro mayor reto, y puedo asegurar que no descansaremos hasta conseguirlo”.