La Fundación del Xerez CD mostró en la tarde de ayer sus cuentas, unos números que salen a la luz después de cinco años de vida y que no dejaron conformes a Rafael Romero, uno de sus patronos, y a Paco Franco, accionistas del club, ambos presentes en la exposición realizada ayer por Juan Carlos González, expresidente del patronato de la Fundación.

Los número en sí no ofrecen sorpresas, teniendo en cuenta que los movimientos de la Fundación han sido marcados por su carácter social. En líneas generales, González mostró un saldo negativo de casi 6 euros, aunque pendientes de una devolución del IVA que ronda los 2.000 euros (1.648,60 euros), y los ingresos van desde los 30.000 euros necesarios para su creación en 2009 hasta los 34.000 del partido homenaje a Antoñito, disputado ante el Sevilla en 2011. Ese encuentro, por cierto, necesitó de más de 15.000 euros (15.024,72) para su organización, una partida que iba en concepto de arbitraje, seguridad y organización, entre otros.

Pero el gasto más señalable es el referente a una donación de 20.000 euros que el Patronato aprobó en beneficio del propio Xerez CD, un dinero que salió de esos primeros 30.000 euros y cuyo destino era la cantera azulina. Además, hay otros gastos como la organización de actos como la exposición de la historia del Xerez CD, o la cabalgata de Reyes Magos.

Juan Carlos González, expresidente de la Fundación, destacaba que “podíamos haber presentado las cuentas antes y asumo mi parte de culpa porque entonces era yo el presidente. Decidimos en su momento no hacerlo porque los movimientos eran pequeños y sí presentar el balance de los cuatro años juntos. Las íbamos a dar a conocer en la reunión de marzo, pero pasó lo que pasó con Ricardo y los nuevos patronos y todo se demoró”. Además, González recuerda que “los nuevos, como era lógico, también quisieron examinar y auditar las cuentas y también nos tocó esperar. Tenemos todas las facturas y todas las actas de la reuniones, toda la documentación se puede consultar”.

Pero la presentación de las cuentas tuvo su polémica con las intervenciones de Rafael Romero y Paco Franco. El primero, recientemente elegido patrono de la Fundación, requirió documentación que no poseía y que cree que le corresponde. Por su parte, el pequeño accionista también solicitó más información sobre el destino de algunas partidas, como por ejemplo el dinero recaudado con el alquiler de dos de los palcos del Municipal de Chapin.