PABLO PIÑERO. JEREZ. Las últimas tres victorias en el Mundial las había celebrado con muchas ganas e ilusión, pero sin duda el cuarto triunfo consecutivo y subir a lo más alto del cajón en Jerez ha sido especial. Marc Márquez por ello no podía esconder su felicidad después de haber ganado ante su público y con más de 117.000 personas animando. 

“Es especial porque, aunque Argentina y Austin son circuitos que se me dan bien, Jerez es un trazado donde Lorenzo siempre ha hecho buenas carreras, Rossi también, Dani el año pasado ganó y por eso la victoria es diferente y especial. A mí siempre me ha costado ganar en Jerez y poder conseguir la victoria es una inyección de moral. Si ya estaba a tope, aún más para el equipo y para mí“, reconocía Márquez al hablar de su triunfo en Jerez por primera vez desde que corre en el Mundial. Tras su cuarta victoria consecutiva, el piloto de Honda aseguraba que a partir de ahora lo importante será “gestionarse. La carrera que no se pueda ganar, no se podrá ganar. Cuando llegas a este punto de nivel parece que tengas que ganar todas las carreras y hay que saber también que habrá momentos en los que se tenga que hacer segundos o terceros”.

Márquez pudo sentir el calor de la afición de Jerez y reconocía que en algunas curvas costaba “concentrarse”. La afición es “increíble. En las curvas de Nieto y Peluqui era superdifícil concentrase porque veías todas las banderas, a la afición animándote y costaba concentrarse. Y bromeaba sobre el seguimiento de uno y otro piloto: “En un circuito se ven muchas banderas de Rossi, pero creo que el 93 estaba por detrás de Valentino. Había mucha afición para Rossi, pero no me quejo para nada”.