El pasado sábado celebramos el día de la lucha contra el cáncer de mama. Una dolencia que afortunadamente y gracias a los avances científicos en su tratamiento, actualmente hemos conseguido aminorar en un buen porcentaje su incidencia letal. Gran parte de ese éxito se consigue o tiene su razón en la detección precoz. Para ello la ciencia se adelanta al devenir de la enfermedad pudiendo atajarla antes de su desarrollo.

A cualquiera que tenga un mínimo sentido de la reflexión, podrá imaginar que todo esto no se consigue por arte de magia o milagro celestial, sino que requiere de años de esfuerzos de nuestros mejores investigadores, y como no con el sostenimiento e inversión de lo público en la investigación y mantenimiento de estructuras sociales y de sanidad para atender éste y otros padecimientos que la población sufre en su salud física o psicosocial.

Es ahora cuando la crisis azota a nuestra sociedad y a su población, cuando más presentes han de estar todas las políticas de protección social para aquellos que padecen con más virulencia la necesidad en todos sus aspectos: protección social, educación, sanidad…. Y digo esto  porque parece de un grado de cinismo en cantidades industriales que aquellos que se cuelgan lazos de todos los colores en sus solapas, apoyan todo tipo de marchas solidarias a favor de colectivos, como los del sábado que luchan en este caso contra el cáncer, después sostienen y defienden gobiernos, forman parte de ellos o pertenecen a partidos políticos que con la excusa de la crisis miles de veces reiterada (para que nos lo creamos como verdad absoluta), están adoptando medidas ideológicas que suponen en la práctica ir desmantelando los sistemas de protección social existentes, desde la sanidad pública, pasando por la educación, la dependencia, o por los servicios sociales más básicos y necesarios para cada vez más ciudadanos necesitados de ellos.

Porque ponerse un lazo rosa, rojo o de cualquier color que defienda una causa justa cuando perteneces a un partido político, el Partido Popular, que deja sin mamografías a más de 30.000 mujeres en Madrid, donde también gobiernan, es de un cinismo supino. O cuando perteneces a ese mismo partido político que destina en los Presupuestos Generales del Estado a políticas para atender a personas dependientes un 46,6% menos (un dineral), o para “ahorrar” en pensiones para nuestros mayores 33.000 millones de euros, también es poco entendible que te pongas un lacito. O cuando perteneces a un partido que se va a cargar con una reforma local de la administración local, a los ayuntamientos, a los cuales vas a reducir sus competencias y financiación para atender a sus vecinos de necesidades básicas del día a día, mayores, jóvenes, mujeres maltratadas, inmigrantes…, parece  que con todo esto ponerte un lacito un día o ponerte al frente de una marcha en apoyo, precisamente de los que vas a fastidiar y abandonar por que sencillamente no crees ideológicamente en ese sistema, parece como mínimo cínico e hipócrita.

La cruda realidad de las acciones o los números en que se reflejan en los Presupuestos Generales del Estado demuestran que las políticas del Partido Popular tienen un componente y base ideológicos claros, que no es otro que el desmantelamiento del Estado Social y del Bienestar. Por eso es muy probable que a algunos esos lacitos les pinchen traspasando la fina solapa de sus trajes de mentira y demagogia política.

RAÚL RAMÍREZ, portavoz de Foro Ciudadano de Jerez