Carlos Checa, a sus 41 años, dice adiós. El piloto español anunció su retirada como profesional de las dos ruedas y lo hizo en uno de sus circuitos favoritos Jerez. Tras dos décadas en la élite del motocilcismo -debutó en 1993 en la categoría de cuarto de litro, antigua 250 cc.- Checa se retira y sin poder despedirse como hubiera deseado, compitiendo, ya que una caída le impedirá estar este fin de semana en la última prueba del Campeonato del Mundo de Superbikes.

“Me siento muy satisfecho de esta larga trayectoria deportiva donde no han faltado muy buenos recuerdos de todos los equipos en los que estado, la oportunidad de poder competir al mas alto nivel pilotando las mejores motos y batirme contra los mejores rivales”, reconoce el piloto, quien sostiene que su objetivo siempre fue “descubrir mis límites y poder explorarme a mi mismo para continuar aprendiendo y crecer como mejor piloto y persona, lo que no hubiera sido posible sin pasar por esta escuela de riesgo, que por otra parte me ha aportado grandes retos, adversidades y emociones. Una larga escalada para culminar mi mejor temporada en el 2011. Hay un momento que siempre llega en la vida de un deportista, el día en que uno dice basta, es suficiente. Hoy es este día, no ha sido fácil pero es una decisión más que meditada y sopesada”.

Checa argumenta que ahora pasará “a descubrirme en otro plano, una nueva etapa donde me voy a tomar un tiempo indefinido para asimilarlo y ya veremos que es lo que suscita mi entusiasmo en el futuro, en el cual seguiré con Ducati, una marca a la que me siento muy vinculado”. Debido a su trayectoria, el Circuito de Jerez ha decidido darle su lugar en el Museo del Motor que el Ayuntamiento abrirá en las instalaciones jerezanas en 2014. Y no es para menos, ya que, a día de hoy, Checa es el único piloto español en haber ganado un Mundial en la modalidad de Superbikes.