Otro nuevo conflicto laboral se cierne sobre una ciudad en la que se multiplican los ERE y los impagos. Esta vez han sido los trabajadores de la residencia de ancianos Suite La Marquesa los que han decidido emprender movilizaciones, después de que hayan transcurrido seis meses sin que reciban una sola nómina. La plantilla está desesperada y, siguiendo la estela de otros compañeros de la misma empresa como los de Algeciras, pretende concentrarse a las puertas del recinto en demanda de lo que es suyo. Desafortunadamente, esta noticia de por sí negativa ha adquirido tintes aún más preocupantes tras la carta que han recibido los empleados instándoles a que abandonden cualquier idea de protesta.

La misiva, a la que Reporteros Jerez ha tenido acceso, no está firmada pero los afectados aseguran que proviene de la propia dirección de la residencia. En ella se advierte de las “consecuencias” que podrían ocasionar las movilizaciones, aludiendo al problema que sufren los trabajadores algecireños. En ese caso, llevan más de dos meses manifestándose en el exterior del centro y “calumniando el servicio” que en él se ofrece, sin que según el escrito hayan conseguido que se les abonen los atrasos. Más bien todo lo contrario, como se destaca, puesto que la empresa ha perdido cinco clientes privados y tres trabajadores han acabado en la calle.

Esta situación, no obstante, tiene los días contados ya que hay dos compañías interesadas en la compra de la residencia, lo que pondría fin al conflicto. Por ello, en lo que se refiere a Suite La Marquesa y siempre según la misiva todo pasa por su venta, que se complicaría si en medio del proceso se suceden las protestas: “Todas las acciones que vais a emprender nos acercan más al fracaso que al éxito. En el momento en que decidáis salir a la calle, empezaremos de forma irreversible a perder ocupación privada y a día de hoy la Junta de Andalucía no nos está reponiendo las bajas de plazas concertadas. Cuando le lleguen los follones laborales, trasladará a otras residencias más tranquilas a los mayores concertados”.

Ante tal panorama se insta a la plantilla a que deje a un lado cualquier atisbo de presión, sin el compromiso de pago de una sola nómina. Los perjudicados afirman incluso que la dirección colocará a personal de seguridad a las puertas del edificio, con el fin de impedir las concentraciones. Ellos, sin embargo, no están dispuestos a dejarse amedrentar y continuarán batallando por que se les pague su trabajo.