La ONG Accem celebra este sábado una cita muy especial en el que el rock y la solidaridad compartirán escenario en la Sala Paúl. Es el festival Rock & SOS que reunirá a varios grupos musicales de la provincia en un evento con entrada gratuita que tiene por objetivo recaudar fondos para la atención que presta la entidad.

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El triste número de personas que duermen cada noche al raso en las calles de Jerez sigue creciendo. Según los datos ofrecidos hoy por la Red de Integración Social (RIS), son 40 los ciudadanos que no tienen un techo bajo el que guarecerse, una cifra que ha aumentado de forma considerable en los últimos meses (eran 25 hace uno año). Un aspecto sobre el que hacen especial hincapié desde el colectivo es que cada vez son más los jóvenes inmigrantes extutelados los que corren esta suerte.

Los recursos residenciales de diferentes instituciones jerezanas (a medio y largo plazo) han dado respuesta a casi 900 casos en estos últimos meses y por los asistenciales (comedores, roperos, etc… para necesidades puntuales) han pasado otros 577. Instituciones como Hogar La Salle, Hogar San Juan, Yameiya, Accem y el Centro de Día de El Salvador, entre otras, dan respuesta a estas situaciones y acusan ya la falta de plazas. Y lo peor está por venir, como apunta el director de Cáritas Diocesana, Francisco Domouso: “Los recursos merman y la respuesta está en los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, que traen recortes en cantidades industriales”, lamenta.

Por eso, Cáritas Diocesana ha puesto en marcha un año más una campaña de concienciación a cuya presentación ha asistido el obispo, José Mazuelos. Bajo el lema ‘Son derechos, no regalos. Nadie sin hogar’ realizarán varias acciones en la calle. La primera de ella será un flashmob que se realizará el jueves 22 a las 12.00 horas en el entorno de El Gallo Azul y para el que piden la participación de los ciudadanos, que deben acudir con ropa oscura. Esa misma semana, el sábado, realizarán también un reparto de folletos y cartelería en la calle Larga.

Desde el Hogar San Juan, el hermano Juan Carlos Durán insiste en que “no hay que culpabilizar ni poner etiquetas sino preguntar a las personas”. Defiende que el objetivo es “ayudarles a reconstruir su vida y no a paliar los efectos de la vida en la calle”, destaca recordando que hay recursos con listas de espera de ocho y diez meses. En el mismo sentido, desde Cáritas piden “a la sociedad entera que entienda que para salir de esta situación se necesitan recursos de larga o media estancia, donde se permita trabajar desde los procesos personales y no solo desde lo asistencial y lo inmediato”, como indicó Mari Carmen López.

El perfil del joven inmigrante que acaba de cumplir los 18 años y se ve obligado a abandonar el centro público en el que residía es uno de los que más se está viendo afectado en los últimos meses. Domouso destaca que “es gravísimo que no se les prepare para su salida y que su regalo por cumplir los 18 años sea la calle. Afortunadamente, en Jerez tienen amparo pero en otras ciudades están cayendo en la delincuencia y la prostitución”.

En cuanto a la cobertura de necesidades básicas, solo hay que destacar una cifra para evidenciar la avalancha de peticiones de ayuda de las familias jerezanas: al comedor social de El Salvador acuden 353 personas, 248 de las cuales lo hacen por primera vez.

Paralizando desahucios

Una orden de desahucio a una familia jerezana que se iba a ejecutar en el mes de diciembre ha sido paralizada tras la mediación de Cáritas con las entidades financieras. “El 90% de los casos que han llegado a Cáritas se han solventado, hay buena voluntad”, asegura el responsable. “Buscamos a personas formales de la banca que ofrecen soluciones en este tema tan complejo”, explica, afirmando que “existen salidas cuando se afronta a tiempo”.

Cáritas teme que en poco tiempo muchas más familias puedan verse abocadas al embargo de sus viviendas. Algunas de las que ya han pasado por el trance se han acogido con otros parientes pero “no sabemos cuánto puede durar la situación si se les retiran las ayudas”. Domouso explicó situaciones en las que el importe de las pagas de 400 euros van directamente a las hipotecas o alquileres mientras que el resto de necesidades básicas como la alimentación o el vestido están siendo atendidos por completo por las entidades sociales. “No están en la calle todavía pero son desahucios en potencia”, asegura.