La cesión de activo y pasivo al Ayuntamiento de Jerez de la antigua sociedad municipal que gestionaba los medios de comunicación municipales es hoy un hecho. Sin embargo, el Gobierno Local aún no ha salvado los obstáculos que la nueva realidad de la cadena encuentra para gestionar sus ingresos publicitarios. Y aunque la fórmula elegida, sacando a concurso la explotación de esos ingresos, parece responder a las posibilidades del nuevo modelo de gestión, el retraso acumulado hasta la fecha está impidiendo que las arcas públicas puedan beneficiarse económicamente, de una forma u otra, de los ingresos que generaba la publicidad de la cadena.Así, la Semana Santa -uno de los eventos ha concentrado históricamente mayor volumen de ingresos- pasará sin que el Ayuntamiento de Jerez obtenga beneficio alguno por la prestación del servicio.

Además, la falta de ingresos por la prestación del servicio puede estar afectando a la calidad del mismo. No en vano, la falta de ingresos podría estar limitando la posibilidad de invertir para prestar el servicio en las mejores condiciones, especialmente cuando éste requiere de un esfuerzo económico adicional. Como ejemplo, basta destacar que los jerezanos no disfrutaron este año de la tradicional retransmisión fiesta de San Antón y que, a día de hoy, podría estar corriendo peligro la retransmisión de la Semana Santa, tal y como la hemos conocido hasta ahora, debido a las dificultades que encontraría el Ayuntamiento para justificar el gasto extraordinario en capítulo de personal sin que vayan a existir ingresos de ningún tipo.

A juicio de nuestro Portavoz Municipal, Raúl Ruiz Berdejo, “no es de recibo que se pueda privar a los jerezanos de este servicio en Semana Santa, que es cuando tiene mayor demanda, porque se ha dilatado más de la cuenta, por motivos que desconocemos, la salida a concurso del pliego de condiciones que regule lagestión de la publicidad”. Según Ruiz-Berdejo, “la radio y la televisión municipales prestan un servicio público que ha de ser respetado y gestionado de la forma más eficaz posible, lo que choca frontalmente con el hecho de renunciar a sus ingresos por una cuestión de tipo administrativo.