Las hermandades del Santo Crucifijo y de la Defensión celebraron anoche, en las dependencias de la del Martes Santo, una convivencia de hermanamiento entre ambas entidades, con motivo de recordar el pasado Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, que presidió la imagen del Santísimo Cristo de la Defensión en el paso del Santo Crucifijo de la Salud. Los cofrades de la calle Sevilla quisieron agradecer a los de San Miguel su generosidad a la hora de ceder el paso para este evento histórico, enmarcado dentro del ‘Año de la Fe’, y que supuso un nuevo hito en la historia de las cofradías locales.

El hermano mayor de la Defensión, Antonio García-Figueras, destacó la “generosidad de la hermandad del Santo Crucifijo. No sólo nos prestaron su joya para nuestro crucificado, sino que además, lo hicieron con una generosidad sin límites, sin poner un sólo impedimento, siempre con gestos de aprobación a todo lo que hacíamos. No tendremos nunca detalles suficientes para agradecer tanta amabilidad y cariño”.

Luis Cruz de Sola, por su parte, destacó el “privilegio que supuso para el Santo Crucifijo poder colaborar con un Vía-Crucis que será recordado en el tiempo, ya que cambió las formas y maneras tradicionales que existían aquí. Debería ser considerado un referente. Estábamos muy tranquilos cuando cedimos el paso, porque sabíamos que estaba en las mejores manos”.

Ambas hermandades sellaron con un Jerez de Honor y unos aperitivos esta alianza, que quedará para la historia en un cuadro que la cofradía de la Defensión regaló a la del Santo Crucifijo para que siempre se recuerde en San Miguel el “cariño y el agradecimiento que esta hermandad os tiene”, aseguró García-Figueras. Ambas corporaciones acordaron estudiar la realización de más actos de manera conjunta, para así potenciar las estrechas relaciones existentes entre ambas entidades.