Agentes de la Policía Nacional han desplegado desde primera hora de la mañana de hoy dos operativos de seguridad destinados a identificar y controlar a los ocupantes ilegales de varios edificios ubicados tanto en el barrio de El Pelirón como en el de Santiago. El objetivo del despliegue era conocer exactamente qué personas y en qué número se alojan en estos inmuebles, así como comprobar si existían sobre ellas órdenes de localización o de detención dictadas por algún órgano judicial.

En el primero de los casos, se ha actuado sobre una serie de edificios ocupados por individuos provenientes del este de Europa, procediendo a la identificación de treinta y una personas, la mayoría con antecedentes por la comisión de delitos previos. Uno de los identificados tenia en vigor una orden de averiguación de domicilio y paradero por parte del Juzgado de  de Medina del Campo, por lo que ha sido trasladado hasta las dependencias policiales del Arroyo.

En el segundo de los casos se ha identificado a los miembros de una familia de etnia gitana llegados recientemente a la ciudad e instalados de manera ilegal en un inmueble de la calle nueva y que han producido la inquietud entre los vecinos del conocido barrio de Santiago de Jerez debido a la reciente detención de un varón perteneciente a dicho grupo y que fue acusado como presunto autor de la comisión de varios delitos.

Una casa abandonada, en mal estado y frecuentada por inquilinos de dudosa ocupación son los ingredientes perfectos para que los vecinos de la barriada de Vistalegre estén alarmados y pidiendo ayuda a las administraciones. Para más inri, el solar se encuentra en un paso habitual de niños hacia un colegio cercano y la grieta que se abre en uno de sus muros hace presagiar una desgracia.

“En esa casa ha habido okupas varias veces y le han prendido fuego también en diferentes ocasiones”, explica uno de los vecinos, Óscar Cosano, que recientemente ha vuelto a reclamar ayuda al Ayuntamiento de Jerez, concretamente al delegado Agustín Muñoz. A parecer, la vivienda tiene una orden de derribo desde 2010 que se debería haber ejecutado en 15 días pero ahí sigue, en pie y creando problemas. “También hemos denunciado la situación a Sanidad porque hay ratas y amianto quemado”, explica este vecino con preocupación. Al parecer, según les han explicado a los afectados desde el Consistorio, hay más de 500 solares en la ciudad pendientes de la expropiación municipal y actualmente los recursos económicos locales no dan para mucho.

Junto con esta casa, que es la que se encuentra en peores condiciones, hay otros tres inmuebles en el barrio que presentan problemas. Una de ellas está frente a un colegio “y allí se meten por las noches toxicómanos y hacen candelas”, explica el vecino. Otro de los solares, en la calle Diego de Riaño, ha sido escenario de actividades delictivas como la quema de cables -robados a su vez del sistema de alumbrado público del barrio- para extraer el cobre que luego venden en el mercado negro.

Los vecinos de la hasta ahora tranquila Barriada de España de Jerez andan muy preocupados. Por un lado, sus calles siguen siendo un cementerio de coches abandonados sin que se haga nada por retirarlos pese a las llamadas de los ciudadanos a medio ambiente. Con el peligro que ello supone de incendio y de todo tipo. Este coche de la foto lleva más de un año abandonado en una de sus calles. Los vecinos denuncian que ponen el aviso y se van. Por otro lado, también quieren hacer ver el abandono de algunas casas por la crisis, que trae como efecto que se estén llenando de okupas de distintas nacionalidades que saltan de casa en casa. Tanto que algunos propietarios han tenido que colocar un cartel como el que pueden comprobar en la foto, al menos para intimidar: “Esta casa está habitada, dentro hay perro pitbull, respetar”…