La Exposición de Símbolos de la Ciudad, incluida en los actos del 750 aniversario de Jerez, se abrirá mañana, 5 de octubre, a las 17 horas, en el Patio del Ayuntamiento. Precisamente mañana, al coincidir con la celebración de la Noche Azul y Blanca, permanecerá abierta de 17 a 00 horas, de forma ininterrumpida. Posteriormente, hasta el 9 de octubre, fecha que se cerrará muestra, el horario de visitas para el público será de 11 a 14 horas, y de 17,30 a 20 horas. Se expondrán las siguientes piezas: Réplica del Pendón, Pectorales de plata, Mazas de plata, Clarines, Reproducción de la vista de Jerez de 1566 de Jooris Hoefnagle, Libro de los Mártires de Asta, escrito en 1605 por el padre Roa, y un Facsímil del manuscrito de las cantigas de Santa María. Además, y por primera vez en el Consistorio, se expondrá la Reliquia del dedo de San Dionisio, Patrón de la Ciudad.

Reliquia del dedo de San Dionisio

En 1577 el Ayuntamiento compró una reliquia de San Dionisio, patrón de la ciudad, pues no había ninguna en Jerez. Se formó una comisión de caballeros capitulares y finalmente se adquirió a un mercader un dedo del santo. Pese a que las Casas Capitulares tenían un oratorio en el que se celebraba una misa antes de cada reunión del Cabildo, se decidió que el lugar más apropiado para guardar la reliquia era la Colegiata de San Salvador, donde aún se conserva. En el siglo XVIII se elaboró el relicario en el que actualmente se exhibe la reliquia, un magnífico ejemplar de orfebrería barroca.

Pectorales

Junto con las mazas, los pectorales completaban el juego de insignias que portaban los maceros cuando iban ataviados para representar a la Ciudad. En estos pectorales de plata de mediados del siglo XVIII se representa el escudo de Jerez, en el que aparece una orla de castillos y leones (en alusión a la toma de Jerez en 1264 por parte de la Corona de Castilla y León) rodeando a las olas del mar. Tradicionalmente se decía que estas olas representaban la bravura de los caballeros jerezanos, que (al igual que las ondas marinas) aunque retrocediesen en su ataque, siempre volvían a avanzar. No obstante, en la actualidad hay teorías que sostienen que esas olas hacen referencia al mar que bañaba las inmediaciones de Jerez en 1264 y que posteriormente se retiró.

Cantigas

La cantiga es un género poético de origen galaico-portugués que fue muy utilizado en la Baja Edad Media para ser cantado, como su propio nombre indica. El propio rey Alfonso X se encargó de redactar algunas de las cantigas dedicadas a los milagros de la Virgen, realizándose durante su reinado (1252-1284) una importante labor de recopilación de las mismas. La obra que aquí se expone es una reproducción facsimilar del Códice JB2 que se conserva en la biblioteca del Monasterio del Escorial y se muestra por la página en que se ilustran los milagros de Santa María del Alcázar, en Jerez.

Pendón de Jerez (Réplica)

En él se representan las armas de la ciudad. Se compone de ondas de azur y plata, con bordura componada de Castilla y León, es decir, castillo de oro en campo de gules, y leones de gules en campo de plata, timbrado de corona real antigua. El motivo de las olas, alude al poco reposo que tenían los caballeros jerezanos, dada la situación fronteriza de la ciudad. Los castillos y leones hacen referencia a la constancia y fortaleza con que los militares locales defendían la plaza. De hecho, la tradición pone en boca de Alfonso X las siguientes palabras: “bien necesitaba Jerez de castillos y leones para defenderse de los enemigos que por mar y tierra la había siempre de combatir, y a cuyos ataques como firme roca debía resistir en todo tiempo”. El escudo se corona son corona real antigua.

Jerez de la Frontera goza además de los títulos de Muy Noble y Muy Leal Ciudad, concedidos por Enrique IV en recompensa de importantes servicios, y el Ayuntamiento tiene tratamiento de Excelencia por concesión hecha en 1860.

Mazas. Francisco de Alfaro. Finales del siglo XVI

Se trata del único ejemplo de platería civil del siglo XVI que conserva en nuestra ciudad, realizado por el platero sevillano Francisco de Alfaro, uno de los más importantes de su tiempo y en ellas se pueden apreciar motivos ornamentales manieristas originarios del norte de Europa que fueron copiados a través de grabados.

Las mazas simbolizan a la Ciudad, hasta el punto de que se entiende que Jerez entero asiste a un acto cuando lo hacen los maceros del Ayuntamiento. En tiempos pasados, las mazas eran llevadas a diversas procesiones e incluso a los entierros de los próceres locales. En la actualidad, el uso de las mazas se ha visto restringido a la procesión cívica del día de San Dionisio, en la que el concejal de menor edad (acompañado del resto de la Corporación Municipal) lleva la réplica del Pendón de Jerez desde la Catedral hasta el Ayuntamiento, y este año, de forma excepcional, desde el Alcázar hasta la iglesia de San Dionisio.

Clarine. Mediados del siglo XVIII

En un principio el uso de los clarines en el Ayuntamiento era bastante frecuente, pues su toque anunciaba todo tipo de notificaciones de la Ciudad a sus habitantes. No obstante, con el paso del tiempo, quedaron como elemento protocolario. Al igual que las mazas, los clarines representan a la ciudad de Jerez, y en tiempos su música, acompañada de la de los timbales, precedía a la Corporación Municipal en cualquier acto al que asistiese. En la actualidad, los clarines son llevados en la procesión cívica de San Dionisio, si bien salen sin tambores. Además, no suenan, con lo que su finalidad es meramente simbólica. En el caso de Jerez, los clarines poseen un gran valor histórico, pues datan de mediados del siglo XVIII y han llegado hasta nosotros en buen estado de conservación.

Vista de Jerez. 1566. Jooris Hoefnagle (réplica)

En este grabado, mucho más vistoso y teatral que el dibujo de Wyngaerde y contemporáneo suyo, aparece representado el perfil sur de la ciudad, estando el espectador en un punto cercano a la fuente de la Alcubilla. Hoefnagle no realiza una visión excesivamente realista de Jerez, pues podemos apreciar cómo los campanarios de las iglesias son excesivamente elevados y los torreones de las murallas gozan de una monumentalidad que jamás tuvieron. Por contra, introduce ciertos rasgos realistas, como los síntomas de ruina que podemos apreciar en los muros, ruina que está de sobra documentada. Quizás lo más curioso del grabado sea la representación del primitivo convento agustino de Guía, que por aquel entonces estaba en obras y que finalmente fue abandonado a mediados del XVII por los monjes, dando lugar a la Ermita de Guía.

Libro. Roa, Martín de: Santos Honorio, Eutichio, Estevan: patronos de Xerez de la Frontera 

El siglo XVII no es considerado en la historia del Libro como un período brillante. Aunque es verdad que se produjeron libros fastuosos -siguiendo el espíritu barroco-para conmemorar determinados acontecimientos, realmente la tónica general tendió hacia la decadencia. A lo largo de su siglo y medio de vida, el libro impreso había causado muchas heridas por su papel de difusor de ideas. Es ahora cuando los gobernantes empiezan a querer controlar su producción, empezando por la imposición de una rígida censura y gravando al papel con altos impuestos. Esto último, unido a que los impresores comienzan a buscar un público más popular y, por consiguiente, con menos recursos económicos (recordemos que las obras se editan ya en lenguas vernáculas), ocasiona que la producción librera se dirija hacia libros baratos, con papel de mala calidad, mal entintados y con tipos gastados.

Realizada por el jesuita cordobés Martín de Roa (1559-1637) a instancias del Cabildo Secular, la obra Santos Honorio, Eutichio, Estevan… cumple con las características ya señaladas de un libro editado en esta centuria. No obstante, a pesar de ser una edición muy modesta, incluye en la portada un bello grabado calcográfico con el escudo de Jerez y algún que otro adorno tipo cenefa floral o florón a lo largo del libro. La impresión de la obra se llevó a cabo en Sevilla. El taller de Alonso Rodríguez Gamarra, impresor establecido junto a la cárcel de la Real Audiencia de Sevilla fue el encargado de la edición del libro, que  tuvo un coste de 400 ducados. En ella el padre Roa intenta demostrar que los santos mencionados no fueron martirizados en la Astí piamontesa, sino en nuestra Asta Regia, identificando esta última con Jerez. Todo ello conduce a nuestra ciudad como asiento de la Silla Asidonense, último propósito del autor. En cuanto a estos santos, entre 1603 y 1648 llegaron a ser patronos de Jerez, volviendo luego la ciudad a la veneración de San Dionisio, su antiguo patrono. Calificada como obra rara, es considerada por su fecha de edición (1617) el primer impreso sobre historia de Jerez.

Antología de Gutiérrez Montiel

Posteriormente, a las 19 horas, en Los Claustros de Santo Domingo, se inaugurará la exposición antológica de Gutiérrez Montiel. Su horario de visitas será los fines de semana, de 10 a 14 horas, los días laborables de 17 a 20 horas, y los lunes permanecerá cerrada. Se trata de una selección de obras del pintor jerezano, considerado por los expertos como uno de nuestros más ilustres pintores con una amplia historia artística y llena de reconocimientos. Según el crítico de arte, Bernardo Palomo, la pintura de Gutiérrez Montiel se ha circunscrito a un expresionismo figurativo con muchos buenos argumentos para desarrollar nuevas y abiertas posiciones plásticas. De esta manera su pintura siempre se ha estructurado desde unos planteamientos compositivos básicos, con un organigrama material muy definido, de pastosa plasticidad que sirve de soporte a un lenguaje representativo poderoso, de gran expresividad.