En cualquier otro momento, en cualquier otra situación, en cualquier otro equipo estaríamos hablando de una situación trascendental, un auténtico problemón. Pero teniendo en cuenta que hace tiempo que el Xerez se deja llevar por la corriente y está a solo unos metros de caer por el precipicio que lleva a Segunda División, lo de no tener un delantero centro es prácticamente una cuestión baladí.