¿Alguna vez has escuchado toda la historia que puede haber detrás de una buena máquina de coser Alfa? Esta firma, que ha registrado un brutal repunte de ventas en un 2020 en el que el sector de las máquinas de coser están arrasando, lleva trabajando en el mundo textil desde hace casi un siglo. De hecho, a día de hoy, es una de las marcas más conocidas del mundo entero. Lo más curioso de todo es que, para conocer su origen, no hay que mirar a ningún país extranjero. Porque sí, es una marca de España.

Es interesante conocer un poco de su pasado porque, precisamente, está siendo este año cuando las máquinas de coser más están vendiéndose en todo el país. La pandemia ha hecho que cambiemos de hábitos y, entre esos cambios, se ha colado cierto interés creciente por el sector de la moda y los tejidos. Las personas están empezando a invertir más su tiempo en coser, en comprar estas máquinas con las que lanzarse a la costura para arreglar prendas, para modificar las que tienen o para diseñar algunas completamente nuevas.

Pero, volvamos al principio. ¿Cómo y dónde empezó Alfa? Para ser una de las más vendidas este año, hay que entender un poco sobre su trayectoria. La firma empezó a funcionar allá por comienzos del siglo XX. En el año 1925 se empezaron a fabricar las primeras máquinas de la firma, y en 1927, su producción anual era de más de 175 unidades. A día de hoy, esa cifra se ha multiplicado por mil o más fácilmente, y más viendo que, en tan solo un día, se han podido vender todas las unidades que se fabricaban antes en un año.

Con máquinas de calidad para coser, la marca con sede en Éibar poco tardó en ganar un buen reconocimiento. De hecho, tanto es así, que ya en 1928 el Estado les solicitó la producción de 880 máquinas destinadas a las escuelas de enseñanza femenina que había en el país. A los pocos años, la cadena de fabricación se expandió considerablemente, hasta el punto de alcanzar unos índices de producción de más de 12.000 unidades anuales.

Así, poco a poco han seguido adentrándose en los hogares del país, y también más allá de las fronteras. Un signo de calidad y buenos precios, como también con cierto toque casero y nostálgico. Porque han sido las máquinas de coser “de toda la vida” en las casas españolas, y porque siempre han sabido ofrecer un muy buen equilibro entre prestaciones y precio.

Por todo eso es por lo que la firma ha visto que 2020 ha sido tan bueno para ella. Sus productos siguen estando entre los favoritos dentro de este curioso fenómeno que ha impulsado las ventas de máquinas de coser en toda España. Uno que le debe su impulso a dos factores que han desatado la tormenta perfecta: por un lado, un coronavirus que nos ha llevado a pasar más tiempo que nunca en casa; por otro lado, una red de redes que nos lo facilita absolutamente todo.

EL BOOM DE LAS MÁQUINAS DE COSER EN 2020 QUE NOS RECUERDA A LOS 60

Es incuestionable. Las ventas de máquinas de coser se han disparado desde el pasado mes de marzo. Un incremento exponencial que supera con diferencia a las cifras de años anteriores y que ha beneficiado a las principales marcas, entre ellas a una Alfa que siempre ha sido la firma por excelencia en el territorio nacional.

Los usuarios han pasado más tiempo que nunca conectados a internet, y eso ha hecho que las tiendas online hayan visto la ocasión perfecta para lanzar promociones con las que potenciar sus ventas. Con todo esto, se ha propiciado una situación que recuerda muchísimo al periodo de los 60-70, cuando los precios de máquinas se estabilizaron y comenzaron a colarse en todos los hogares del país como nunca antes.

Una segunda vida que vuelve a tener el sector y que, entre otras cosas, está ayudando a muchas personas a afrontar esta crisis con otra perspectiva. Las máquinas se compran y permiten reparar las prendas de ropa sin tener que recurrir a profesionales, permiten hasta modificar la ropa para personalizarla o crear diseños totalmente frescos y originales, o por qué no, inspirados en las líneas de grandes gurús de la moda.

Sea como fuere, ahora que además hay cursos online para aprender a coser, intenet ha dejado su doble impronta en este sector. Uno que, curiosamente, también se puede abordar desde el punto de vista económico. Para muchas personas, tener una máquina de coser en casa es una buena oportunidad para el ahorro, por supuesto, pero también para ganar algo más de dinero haciendo encargos, arreglando prendas o elaborándolas a medida.

Una situación de lo más inesperada para un 2020 que está siendo toda una caja de sorpresas. Sin duda, las máquinas de coser están gozando de una segunda juventud, y la población, de una nueva oportunidad para aprender algo nuevo y, de paso, recortar gastos.