Aprovechando la última reunión que mantuvo el obispo con los hermanos mayores, varios hermanos de la hermandad del Cristo de la Expiración acudieron el pasado lunes a la puerta del obispado para solicitar una reunión con el máximo dirigente de la iglesia local en la que abordar la situación actual de la hermandad del Viernes Santo. No es la primera vez que estos cofrades denuncian la situación de “indefensión” que aseguran sufrir con la actual junta de gobierno que preside José Manuel García Cordero.

Aunque la situación viene de más atrás, ha sido la decisión de la actual junta de gobierno de proponer el cese por impago de varios componentes de la cofradía lo que ha indignado a varios hermanos de la corporación, acudiendo a la puerta del obispado. Para García Cordero, “es una decisión que ya se tomó con otros casos similares siendo yo tesorero de la hermandad con el anterior hermano mayor. Dimos de baja a muchos hermanos por impago, siguiendo los cauces legales que la normativa te permite”. De hecho, el dirigente ha asegurado a este medio que “cualquier hermano que tenga voluntad de pago, sólo tiene que pasarse por la ermita de San Telmo que encontrará las puertas abiertas. Nosotros hemos notificado los plazos para que se pudieran pasar por tesorería a aclarar su situación, y al no hacerlo, entendemos que no quieren seguir siendo hermanos de la cofradía, nada más. De hecho, hemos remitido la documentación al obispado, que es quien decidirá al respecto, y allí tienen ahora dos semanas para poder alegar lo que crean oportuno. No es una persecución contra nadie, sino una actualización del censo, algo no sólo recomendable, sino necesario en las cofradías”.

Reporteros Jerez se ha puesto en contacto con el delegado diocesano de hermandades y cofradías, Joaquín Perea Montilla, quien ha asegurado “no haber recibido hasta la fecha solicitud alguna de estos hermanos que el lunes estuvieron en la puerta del obispado. Si quieren tener una audiencia con el señor obispo, o una reunión conmigo, es tan sencillo como seguir los cauces habituales, pero hasta la fecha no han solicitado nada en este obispado”.

Así lo reconocen además los propios interesados, quienes aseguran estar “hartos de la situación que vive la hermandad. Es indignante que a hermanos que llevan años en paro se les comunique el cese como hermanos”. Antonio Yesa, el anterior hermano mayor de la hermandad, se erige en portavoz por un grupo que vive “perseguido en la hermandad, simplemente, por ser afines a mi gestión. Es cuanto menos preocupante que se proponga esta limpia de hermanos justo antes de las elecciones”. Las relaciones entre Antonio Yesa y José Manuel García Cordero se deterioraron justo cuando terminaron su mandato en la anterior legislatura, algo que el actual hermano mayor de la hermandad se esfuerza en desmentir.

“Aseguran que no hay voluntad de diálogo”, afirma García Cordero, “y es todo lo contrario. Les hemos mandado las notificaciones que exige la normativa, y hay casos de hermanos que han alegado falta de ingresos, o han aplazado los pagos, y no ha habido problema ninguno. Lo que no vamos a consentir es que este asunto, o cualquier otro, se convierta en una medida de fuerza contra la junta de gobierno que actualmente dirige la cofradía”.

La situación, por tanto, dependerá en gran medida de lo que el obispado decida, aunque Antonio Yesa no tiene muchas esperanzas de que prospere. “Cuando nos expulsaron como cargadores del Cristo el año pasado, ya remitimos un escrito a la delegación diocesana, y todavía estamos esperando respuesta. Fuimos el lunes al obispado a mostrar nuestra propuesta, pero no queríamos que se exaltaran los ánimos. La semana que viene remitiremos un escrito en el que pediremos una audiencia al obispo”.

Tendrá la palabra, por tanto, la delegación diocesana en próximas fechas, porque los hermanos que fueron al obispado el pasado lunes aseguraron que volverían “las veces que sean necesarias hasta que seamos recibidos”.