El Xerez DFC comenzó ayer a preparar el partido del próximo domingo y lo ha hecho sabiendo que será uno de los encuentros más complicados de la temporada. Los hombres de Orúe se miden al segundo clasificado en un terreno de juego de césped artificial y de dimensiones más reducidas que Chapín. Por ello, un hombre con la experiencia de David Orihuela apunta que “el Ubrique va a apretar bastante en su campo. Ellos todavía no han perdido allí, por lo que será un partido muy duro. Hay que recordar que el año pasado nos costó mucho abrir el marcador allí”.

David tiene una habilidad especial para escapar de la presión de los rivales, pero sabe que en Ubrique no será sencillo porque “en un terreno de juego reducido cuesta un poco más hacer el fútbol que el Xerez suele hacer. La temporada pasada el equipo se adaptó al campo tanto en el partido como en los minutos que se disputaron posteriormente por la suspensión. Confío bastante en el equipo y creo que vamos a sacar algo positivo de allí”.

A buen seguro que el conductor del juego azulino pone de su parte para que el Xerez logre los tres puntos el próximo domingo. El centrocampista reconoce que esta campaña le ha costado un poco más porque “al principio falté a algunos entrenamientos por asuntos laborales. Eso lo noté un poco porque el ritmo del equipo es bastante alto, pero poco a poco voy adquiriendo la velocidad de los partidos y encontrándome mejor”.

Independientemente de la deportividad que se vivió en el rectángulo de juego, los incidentes sufridos por la afición en la grada del Antonio Barbadillo la temporada pasada provocaron momentos de mucha tensión en los propios jugadores. Ahora que ha pasado el tiempo, Orihuela espera que en esta ocasión “no suceda nada y sea una fiesta futbolística. Yo creo que en Ubrique hay muy buena gente y lo cierto es que el club se portó muy bien con nosotros, los jugadores”.