Representantes de Foro Ciudadano de Jerez, con su candidato a la Alcaldía, Raúl Ramírez, a la cabeza, han visitado en días pasados el CEIP San José Obrero de la mano de miembros del AMPA, constatando como un año más este centro público sigue presentando unas condiciones “tercermundistas” en materia de infraestructuras y mantenimiento. Una situación que se vive por la “alarmante” falta de actuaciones en el centro por parte de la Junta de Andalucía, competente en materia educativa, y por la “dejación de funciones” que el Ayuntamiento hace en lo que atañe a su responsabilidad, el mantenimiento de los colegios, ha mantenido Mª Ángeles Gómez, coordinadora de Cultura y Educación de Foro. Ésta acudió a una visita en la que también estuvieron presentes la diputada y concejala Rocío Montero, y el coordinador  y edil de Foro, Manuel Rosa. En el San José Obrero los padres y madres a Foro Ciudadano han denunciado nuevamente que persisten tres aulas prefabricadas, “sin fecha de caducidad conocida”, y las zonas de recreo y educación física están destinadas otro curso más a ser un “autentico lodazal en cuanto caen dos gotas de agua”. “Existe un “templete” en mitad del patio con dos escaleras de hierro oxidadas “sin obstáculo alguno para que pueda deambular libremente el alumnado, lo que representa un serio riesgo para los niños y niñas”.

El abandono al que las administraciones públicas someten curso tras curso es tal que “lo que en su tiempo fue una cancha de baloncesto, hoy es un campo de “algo”, con un pavimento en los que se simultanean el cemento, la arena y la hierba. El llamado salón de actos es “un barracón de techos y paredes agrietadas que a simple vista se intuye la afectación de la estructura, mientras que el mobiliario para los festejos se compone de bancos de madera del siglo diecinueve  y alguna que otra silla de plástico, modelo taberna barata”. Los baños exteriores solo tienen puertas que no cierran, a lo largo y ancho del recinto existen numerosos alambres, trozos de cerramientos y similar, oxidados y al alcance de los menores; el espacio para comedor es una sala estándar de aula, pequeña, de tal manera que tienen que hacer dos turnos de comida porque no hay capacidad para todos los usuarios; y hay zonas donde hay una urgente necesidad de desbroce, porque la hierba y los jaramagos deben esconder todo tipo de fauna y flora nada recomendable para una instalación educativa. “Como pudimos observar la irresponsabilidad tanto de Junta y Ayuntamiento con este centro va casi a partes iguales, y lo han llevado a una situación absolutamente lamentable. Es un campo de minas, una zona de alto riesgo”, han insistido.

Los padres y madres del San José Obrero, que incluso hace unos años se manifestaron por el abandono del centro público, han incluso tenido que recurrir este año a pintar ellos mismos las clases, algo que tristemente también ha ocurrido en otros colegios públicos y que supone una “flagrante dejación de funciones de la delegación municipal de Educación”. Otro problema grave, según denuncian, se produce a las entradas y salidas del centro, ya que éste tiene dos puertas grandes de acceso, de camino asfaltado. Una de ellas se ha clausurado para el alumnado y se ha restringido para uso exclusivo del profesorado y sus vehículos, lo que reduce la entrada y salida del alumnado a una sola puerta, “con un tremendo colapso de padres, madres, niños y niñas, imposible de soportar por mucho tiempo sin que allí no se produzca algún día cualquier percance grave”. Asimismo, “existe una tercera entrada, pero es imposible de entender su existencia y utilización para el alumnado de infantil, pues se trata de una  zona de arena que se convierte en barro con la lluvia y aun así se sigue utilizando”, lamentan.

Con carácter “inmediato y urgente”, los representantes de Foro han demandado actuaciones por parte de las dos administraciones competentes para mejorar las condiciones del alumnado del San José Obrero, mientras que piden mucha más implicación tanto a Junta como Ayuntamiento para el adecuado mantenimiento de las infraestructuras educativas de Jerez, “incompletas por cierto”. Asimismo, Foro solicitará en el próximo pleno municipal la puesta en marcha de un diagnóstico integral de necesidades de infraestructuras de los colegios de Jerez, así como instar nuevamente a la Junta de Andalucía a que de una vez por todas ponga recursos suficientes para completar el obsoleto mapa educativo de la ciudad. Raúl Ramírez ha añadido que el próximo Programa de Gobierno de Foro recogerá medidas específicas en esta materia, tales como configurar un Consejo Escolar Municipal libre e independiente con funciones de determinación, compromiso y responsabilidades compartidas; la creación de un Departamento  Municipal  de control y seguimiento de Calidad de la Educación; y la constitución de un departamento específico, especializado y estable de mantenimiento escolar.

Fue en uno de los últimos compases del pregón… Sonaba Soledad de Madre, tocada de manera magistral, una vez más, por el maestro Jerónimo Sánchez Llamas, quien acariciaba al piano las notas del pentagrama que él mismo compusiera. La noche estaba en calma, el pregón discurría con brillantez en la iglesia de la Victoria y tras las primeras notas de la partitura, el pregonero dijo, con voz rota, el comienzo de este romance…

“Quién no se ha sentido solo

en su vida algún instante…

Quién puede decir de veras

que no ha visto derrumbarse

los cimientos de su vida

como un castillo de naipes…”

Y comenzó a llover… de manera atronadora. Y así se mantuvo, durante todo el romance, justo hasta que el pregonero, tras glosar la soledad de quien mira a la Soledad, afirmó rotundo que no desesperes en tu vida cuando creas estar solo, que para eso, Dios dejó en la Porvera… la Soledad de una Madre. Y de nuevo, la luna… Y de nuevo, el silencio, solo roto por el  aplauso  más atronador de la noche. Y de nuevo, las calles mojadas, y el olor inconfundible de la Porvera cuando la lluvia azota las jacarandas… Y de nuevo la incredulidad de quienes tuvimos la suerte de comprobar, una vez más, que la Soledad estuvo ahí con nosotros, casi sin darnos cuenta. Y de nuevo… el llanto desconsolado de la Soledad, en forma de lluvia, sobre la ciudad a la que ampara. Y de nuevo… la Soledad.

Todo eso ocurrió, pero no fue solo eso lo que ocurrió. Se llenó la Victoria, se quedó pequeña, para recibir a uno de los cofrades más queridos y admirados de la centenaria corporación del Viernes Santo. Ángel Rodríguez Aguilocho era el hombre encargado de cantar y contar las virtudes de una cofradía que nació mirando a las manos de la Soledad, y que nunca morirá mientras siga haciéndolo. Por eso, afirmó rotundo el pregonero que “la ciudad nunca tuvo, en cuatro siglos y medio, mejor remedio que tus manos, Soledad”, y ahí comenzó un pregón que duró 75 minutos, apenas hora y cuarto, que se hizo corta, extremadamente corta, a todos los presentes.

Con el palio encendido de la Soledad presidiéndolo todo, y con una presentación amena y cercana de Javier Salas, todo hacía presagiar que estábamos ante uno de los hitos en la historia de la Soledad, y acertamos. El pregonero, brillante, defendía la prosa y el verso, personalísimo, en todas las fases del pregón, que fue recorriendo la historia de la advocación de la Soledad no sólo en nuestra ciudad, sino más lejos de nuestras fronteras. Así contó cómo en numerosas ciudades de España es habitual encontrarse con una dolorosa de manos juntas, que siempre suele llamarse Soledad, o cómo los monjes de la Victoria se levantaban, felices, mirando la cara de la Virgen, ya fuera la que hoy mora en el convento de las Mínimas, ya la que hoy enamora a todo el que la mira con devoción.

Andaba María del Carmen Grilo sentada en el primer banco, escuchando con atención el pregón. Y no podía ser casualidad que así fuera. Los que conocen la Soledad de vuelta, cuando conquista la Porvera, conocen a una mujer que se planta, frente a frente a la Soledad, a contarle sus cosas en forma de saeta. Y así fue, una vez más que Grilo se colocó frente a su Madre, y tras retarla a golpe de quejíos, se entregaba, dolorosa, rendida, a los plantas de la Soledad, con una saeta antológica que finalizó con sentencia - “Sólo te pido que me quieras, como a ti te quiero yo…”- que se quedó grabada a fuego en el corazón de los presentes… Una nueva manera de rezarle a la Reina de la Victoria.

Era el pregón un canto a María, es evidente, por haber bendecido el corazón de la gente de la Soledad durante casi medio milenio, pero tuvo momentos vibrantes recordando la genialidad de Ortega Brú cuando dijo que el Descendimiento sería su mejor obra. Eso, dicho en los labios de quien tallara antes obras maestras para Sevilla, sirvió al pregonero para glosar la llegada de la bendita imagen a Jerez, y del esfuerzo que hizo la hermandad para adquirir unas andas acorde con semejante monumento andante, que remató con unos versos dedicados a los costaleros del Descendimiento largamente aplaudido por el público presente.

Un público que, sin darse cuenta, agotaba los últimos versos del pregón cuando Rodríguez Aguilocho hablaba sobre los que ya no están junto al manto de la Virgen, con tres décimas abrochadas con un final elegantísimo – “… no hace falta que os contemos / cuánto os echamos de menos / la noche del Viernes Santo”-, así como cuando, de manera brillante, hizo reír a los cofrades de la Soledad recordando anécdotas ocurridas bajo la atalaya de la Victoria, un cruce de caminos que siempre dio mucho que hablar.

Y al final, de nuevo Ella. De nuevo la Soledad, pero con un giro inesperado -“Y esta es tu gente, Señora…”-, que enfrentó de nuevo a los hermanos de la Soledad con la que es el amor de sus vidas. Un canto orgulloso, medalla agarrada al pecho, con el que poder gritar, como hizo el pregonero en alto, yo soy de la Soledad, con un romance final en el que todos pudieron sentirse reflejados, puesto que el pregonero nombró todas las maneras posibles de estar enamorado de la Soledad, y que remató con un “bendice siempre a tu gente… bendice siempre a tu gente… Soledad de la Porvera”.

Pues sí, pregonero… Que nos bendiga… Y que te bendiga a ti cuando la Concha, y Villamarta, acojan tus versos. Que te bendiga, siempre, tu Soledad.

Con motivo de la ponencia del arzobispo castrense en la ‘Semana de Teología’ organizada por el obispado, monseñor Juan del Río recibió al hermano mayor de la Defensión, Antonio García-Figueras, en la Cartuja, lugar de especial significado para ambos. Leer noticia completa