Cuando un equipo cargado de lesiones, sin un portero específico y que se enfrenta a uno de los conjuntos más fuertes de la categoría, recibe un gol antes de que se cumpla el primer minuto, solo se puede pensar que los pequeños acabarían bajando los brazos antes del descanso. Pero cuando ese equipo en problemas es el DD La Granja la cosa es diferente, como ha quedado demostrado este fin de semana.

Los chavales jerezanos afrontaban la antepenúltima jornada liguera de la categoría de Benjamín Preferente de Cádiz ante el todopoderoso CD San Fernando, un equipo que venía ganando y goleando 17 jornadas consecutivas. La Granja se presentaba al encuentro con solo siete  jugadores debido a las ausencias de última hora de Samuel y Javi por lesión y de Álvaro por enfermedad. Siete jugadores, sin ser ninguno de ellos portero específico, que lo dieron todo en el campo de juego y que lucharon ante un rival muy fuerte y con jugadores muy buenos tanto técnica como tácticamente.

El partido comenzó con un gol en el minuto uno por parte visitante que parecía presagiar un vendaval de levante. Pero los chicos jerezanos no se arrugaron y dieron la vuelta al resultado antes del minuto 20 con dos goles de Abel, en dos contras rapidísimas. El San Fernando tuvo que sudar de lo lindo para realizar su fútbol y en dos jugadas de precisión dio la vuelta al resultado llegándose al descanso con un resultado 2-3. Los siete gladiadores jerezanos llegaron exhaustos al intermedio debido al esfuerzo físico realizado en el primer tiempo y sin poder ser sustituidos por ningún compañero. La segunda parte fue más de lo mismo, un equipo visitante que tocaba el balón y hacía correr a los locales, y un La Granja  inconmensurable en defensa y realizando unas transiciones defensa-ataque casi perfectas, poniendo en apuros a la defensa visitante. En un saque de esquina Rafa Salado logró marcar el 3 gol local.

Pese al 3-6 final, su técnico no pudo más que felicitar a estos siete chavales (Joaquín, Antonio, Abel, Rafa Salado, José, Nico y Manuel) por el gran trabajo realizado, por la disciplina, deportividad, humildad, respeto, comportamiento, actitud, amistad y compañerismo establecido, animándose, motivándose y compitiendo en todo momento, sacrificándose por el compañero, todo ello a pesar de jugar todos el partido completo, sin poder ser sustituidos y sin un portero cualificado.