Habría que retroceder hasta la temporada 1987/88 para sufrir unos números tan malas en defensa. Esa es la realidad del Xerez. El conjunto azulino está batiendo todos los registros negativos de su historia y el balance defensivo no iba a ser menos.
El conjunto que dirige Carlos Ríos lleva 56 goles encajados a falta de diez jornadas para que concluya el campeonato liguero, lo que supone una media de 1,75 goles en contra por encuentro disputado. Sin ir más lejos, los xerecistas ya han alcanzado un número de goles que supera al encajado al concluir una temporada completa, sin ir más lejos, la de la permanencia milagrosa con Esteban Vigo en el banquillo, en la que el Xerez encajó justo el mismo número de goles que lleva actualmente en contra, 56.

Tirando de hemeroteca, el Xerez lleva el quinto peor balance defensivo de su historia desde su fundación como club, el segundo peor en la categoría de plata del fútbol español. Habría que retroceder hasta la temporada 1987/88 para encontrar peores resultados. Hace 26 años el Deportivo también sumó una mala racha de hasta 17 encuentros sin ganar (Flores y Adolfo rompieron la mala dinámica ante el Logroñés) y eso supuso también la peor actuación defensiva que se recuerda, encajando 78 goles en 38 partidos, lo que supone una media de 2,05 goles por encuentro.

Los xerecistas aún están a tiempo de evitar llegar a esa cifra, la peor en defensa de la historia azulina, aunque no la peor media de goles encajados por partido. Habría que viajar en el tiempo hasta la década de los 50, cuando los azulinos mostraban carencias en defensa en una época donde la táctica y la técnica brillaba por su ausencia. En la campaña 51/52 el Xerez llegó a encajar hasta 71 goles en contra en un total de 26 partidos, firmando una media de 2,7 goles en contra. Cuatro temporadas después, el Deportivo también sumaba números horribles, con 66 goles en contra en 30 encuentros, firmando una media 2,2 goles en contra.