Guillermo Pérez Villalta coge la espátula y tapa los agujeros de las paredes de Espacio De la Calle donde pocas horas después colgarán sus obras. No se queda quieto mirando como lo hacen los demás y se arremanga para echar una mano. ‘Imaginariland‘ es el original título -como no podía ser de otra manera tratándose de este Premio Nacional de Artes Plásticas- de la exposición que inaugura este miércoles 3 de abril en el Espacio De la Calle (calle Santo Domingo, 7, duplicado).

Cuatro esculturas en bronce y plata con incrustaciones de piedras preciosas son las piezas centrales de la muestra. Cuatro lienzos de diferentes épocas, cinco paisajes especialmente importantes para el autor y una serie de dibujos completan la composición. “Quiero que la sala esté llena. Mi idea es que tenga algo de gabinete, de interior de casa de coleccionista, nada parecido a un museo”, explica el autor en un descanso del montaje.

Las esculturas han supuesto para Pérez Villalta todo un redescubrimiento de la orfebrería gracias a un taller sevillano. “Las ideas iban en mis bocetos y entre los artesanos y yo íbamos construyéndolas. Es la recuperación de lo que siempre se ha conocido como artes y oficios”, dice con la esperanza de repetir la experiencia. Las piezas que ahora se podrán ver en Espacio De la Calle se expusieron el año pasado en la galería de Rafael Ortiz y en la feria Arco.

“El título se me ocurrió hace tres días”, reconoce sobre ‘Imaginariland’. “Toda la exposición es un alegato contra la tontería de cierto arte contemporáneo. Quiero que aparezca el pensamiento, la imaginación y la belleza que, desgraciadamente, en el arte contemporáneo no se da mucho”, asegura el artista tarifeño. A su juicio, son valores que se echan de menos en la actualidad. “El artista tonto no existe, debe tener un conocimiento, y la imaginación se le supone. Por desgracia, hay muchos que carecen de imaginación y de sensibilidad”.

Y si hay artistas sin sensibilidad, esa carencia es aún más acusada entre el público. “No es que no haya educación artística, es que no hay sensibilidad. La gente puede estar frente a la belleza y no verla”, lamenta. Hace especial hincapié en la ausencia de esa cualidad en campos como la política “porque son ellos los que tienen que tomar las decisiones y eso repercute en nuestro mundo”, continúa el artista.

“Pensar que el arte o la belleza no sirven para nada es un error gravísimo”, explica en referencia a los recortes que sufre el mundo de la cultura debido a la crisis, y hace una ilustrativa comparación: “Es como si te alimentaras solo de pastillas cuando lo que uno busca es el sabor”. El resultado de esta malévola conjunción de factores es la formación de “gente insensible, borregos”.

La asignatura pendiente

Con su impresionante trayectoria profesional, ¿qué le queda a Guillermo Pérez Villalta por hacer realidad? “Que ciertos campos de la sociedad sean más receptivos a mi arte”, dice sin dudar. Esa asignatura pendiente es “mi incursión en el arte ornamental, que ha sido muy desgraciada. Me gustaría que en los años que me quedan se pudieran realizar algunos proyectos”, confiesa.

La muestra abrirá sus puertas este miércoles 3 de abril a las 19.00 horas con una charla previa del autor. Permanecerá abierta al público de lunes a viernes, de 17.30 a 20.00 horas, y por las mañanas previa cita, hasta el próximo 13 de mayo.