La esperanza y el optimismo se han hecho un hueco importante hoy domingo entre los afectados por las inundaciones. El nivel del río Guadalete, como confirman tanto desde la Junta de Andalucía como los propios vecinos, sigue bajando de forma gradual, evolución que comenzó ayer por la tarde después de alcanzar los seis metros y de que descendiera el nivel de agua desembalsada por el pantano de Bornos.

En el medidor del río a su paso por La Barca el caudal ha bajado en casi un metro mientras que se mantiene en 5,9 en el que se sitúa a 8 kilómetros de El Portal. Este último, no obstante, hay que tener en cuenta que recibe agua del arroyo Buitrago por lo que no es representativo de la situación general del río. La alerta por inundaciones se mantiene hasta el martes debido a la previsión de lluvias aunque no se esperan las grandes cantidades de la semana pasada. Hay que recordar que la presa de Bornos está al 96% de su capacidad de ahí a que haya tenido que abrir las compuertas para evitar males mayores. Actualmente, el ritmo de desembalse es de 130 metros cúbicos.

María Romo y Rosario Camacho, desde su estancia temporal en el centro de barrio de Las Pachecas tras haber tenido que abandonar sus viviendas, también se encuentran más tranquilas y ya ponen fecha a su vuelta a casa: “un par de días”, aseguran. A ellas no les hacen falta mediciones oficiales porque lo ven nada más asomarse a un lugar alto: “Hay menos agua en los llanos”, explica. Aún no se han acercado a casa pero lo harán en las próximas horas para ver cuáles son las consecuencias de la nueva riada.

Son cuatro las familias desalojadas a esta hora por las inundaciones, dos en Las Pachecas y otras dos en La Corta. Anoche otro vecino de esta última barriada abandonó su casa ante la previsión de que se anegara. Según informan desde el Ayuntamiento, a todas se les ofrecieron los centros de atención personaliza habilitados por la Delegación de Bienestar Social para alojarse, aunque prefirieron no hacer uso de ellos, salvo el vecino de la barriada La Corta.

El Ayuntamiento mantiene el plan de emergencia en nivel 1.

Medio metro de agua

Peor están en la Venta La Cartuja que nuevamente ha visto cómo se inundaba el salón comedor que tienen en el sótano del edificio. El establecimiento, que está abierto al público, aún tiene pendiente valorar los daños causados en esta ocasión. Explican desde la venta que pudieron sacar algunas cosas antes de la crecida del agua, lo que les dio tiempo. Fue el viernes por la noche, ya madrugada del sábado, cuando el salón quedó con medio metro de agua. Para ellos tampoco es la primera vez ya que en la navidad del 2009 sufrieron la riada hasta dos veces.

Los hosteleros y propietarios de otros negocios en la zona, los desalojados y los agricultores tendrán ahora que hacer la evaluación de los daños causados por el temporal.