La Asociación de Fabricantes y Venta de Pan de la provincia de Cádiz se ha puesto manos a la obra para intentar frenar la proliferación de puntos de venta que no cumplen las normativas exigidas. Se venden barras y bollos en gasolineras, fruterías, videoclubs y otros locales -se dio el caso hace dos años de una pajarería- donde utilizan este producto de consumo diario como gancho. Por eso, presentaron el pasado mes de marzo hasta medio centenar de denuncias a Urbanismo (por el tema de las licenias) y a Sanidad para que se realicen las inspecciones pertinentes en locales de la ciudad.














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