En estos días se celebra en todo el espacio de la Unión Europea la que se denomina “Semana Europea de la Movilidad”. Son ya muchos años en los cuales desde las administraciones se ponen en marcha campañas de sensibilización ciudadana en torno a prácticas favorecedoras de conductas, hábitos individuales y colectivos a favor de ciudades y espacios de convivencia ciudadana más saludables, sostenibles y ecológicos. Para ello se requiere de la toma de decisiones que en definitiva van transformando nuestras ciudades, en este caso de la mano de iniciativas en torno a las políticas de movilidad.

Jerez no es una excepción y se suma tradicionalmente a esta semana con actos, iniciativas y prácticas en este sentido, y así ha sido durante años. Pero lo que no podemos olvidar es que si realmente nos lo queremos creer, y así hacérselo llegar al ciudadano, al vecino, es necesario que estas iniciativas no se agoten en la mera puesta en escena de una serie de actividades más o menos acertadas, más o menos enriquecedoras, durante una semana al año.

Las políticas transformadoras en materia de movilidad, tráfico rodado, transporte público y movilidad peatonal requieren de grandes dosis de decisión, valentía y voluntad política. Si desde los gobiernos, y en este caso nos ceñimos al local, no se tiene claro no sólo qué hacer, cómo hacerlo y querer hacerlo, es claro que la acción de gobierno pasará desapercibida y no logrará trasformar las condiciones de vida de los ciudadanos.

Y en Jerez desde hace bastantes años y en especial en esta legislatura de Gobierno del PP, con la alcaldesa María José García Pelayo al frente, es eso lo que está aconteciendo. En primer lugar no se tiene claro qué hacer o no se sabe qué hacer. El gobierno municipal no sabe qué hacer y de hecho en lo que llevamos de legislatura no se ha impulsado ni una sola medida favorecedora para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de la mano de medidas de movilidad.

El plan de movilidad que hace años desarrollamos y expusimos a la ciudadanía con medidas valientes fue metido en un cajón por los gobiernos del PSOE, y el PP definitivamente le ha echado el cerrojazo. Nada se sabe de la mejora y favorecimiento del transporte público con mejores accesos al centro y una modernización de los autobuses que nunca llega (no podemos olvidar que se ‘renueva’ la flota con vehículos de tercera mano); nada se sabe de medidas de peatonalización favorecedoras de espacios libres de ocio y comercio en el centro histórico y comercial de nuestra ciudad; nada se sabe de medidas transformadoras en lugares estratégicos con la implantación de intercambiadores de transportes (Plaza Esteve, Cristina, eje Calle Honda Medina Arcos); nada se sabe de la continuación racional de la red de carril bici con conexión entre los barrios y el centro de la ciudad y entre los mismos barrios o distritos; nada se sabe de la reducción tarifaria o gratuidad del billete de autobús para colectivos desfavorecidos (parados, mayores, etc); y nada se sabe de la mejora en el acceso y condiciones en el servicio del taxi, etc, etc, etc…

La mesa de movilidad se ha convertido en un mero encuentro donde nada se dice y lo que es peor nada se escucha realmente de los agentes afectados, vecinos, comerciantes y profesionales del transporte. Y es que en esto como en tantas materias carecemos de gobierno. Un gobierno el del PP que no es capaz de innovar, impulsar algo distinto. Un gobierno que definitivamente se olvidó de gobernar para los ciudadanos y espera inmóvil, nunca mejor dicho, aguardando  a que no pase nada y que Jerez, el Jerez de todos salga adelante por obra de algún milagro divino.

Raúl Ramírez, portavoz de Foro Ciudadano de Jerez

Cuando comienza el curso 2013-2014, en Jerez, quinta ciudad de Andalucía, seguimos “disfrutando”  en los Centros Públicos de Educación, de las famosas “caracolas”, esto es las ya endémicas aulas prefabricadas.

Además de la negativa influencia que este tipo de aulas tienen en el bienestar de alumnado y el profesorado, y por consiguiente en el rendimiento escolar y en la calidad de la Educación, suponen también un agravio comparativo difícil de justificar para cientos de niños y niñas de Jerez. Niños y niñas que desarrollan su vida escolar en condiciones adversas  y muy distintas al resto del alumnado de su misma ciudad.

Mientras se vende bilingüismo, nuevas tecnologías… mantenemos un chabolismo en la Escuela Pública impropio del siglo XXI y de un país teóricamente desarrollado.

La hipocresía política de la Junta de Andalucía les lleva a continuos parcheos en centros donde la media de su existencia está en torno a los 45 años.

Inútil han sido los llamados Conciertos Educativos, que durante los gobiernos de Pedro Pacheco se proyectaron y ejecutaron en la ciudad y que posteriormente fueron suprimidos en los sucesivos gobiernos del PP-PSOE–PP dejando inconcluso definitivamente el parque de infraestructuras docentes.

Los planes “Mejor Escuela”, OLA y otros de más o menos calado, en gran medida han supuesto un despilfarro cuantitativo y cualitativo ya que se han desarrollado sin el horizonte de un “mapa escolar de futuro” adecuado a la expansión natural de la ciudad, sobre todo en las zonas Este, Noreste y Sur, por tanto sin adecuar la demanda a las infraestructuras necesarias. Aquí radica  precisamente el origen y la causa que provoca el mantenimiento de aulas prefabricadas, que lejos de disminuir se mantienen y en el peor de los casos aumentan.

Vergonzantes fueron las declaraciones de  una antigua responsable de la Administración Educativa de la Junta de Andalucía, cuando decía: “Tenemos Aulas Prefabricadas para absorber la demanda de la zona”.

Zona que curiosamente coinciden con las anteriormente señaladas, donde además de la nefasta planificación hay que añadir que los centros de Primaria nos están adscritos a centros de Secundaria, como ocurre en el resto de la ciudad , teniendo una proporción de cinco centros de Primaria para tres de Secundaria y un trasvase incontrolado de alumnado que provocan además de los problemas propios de la Educación, los añadidos de ajuste y planificación familiar que en muchos casos son verdaderamente difícil de solucionar.

Testimonio de todo lo anteriormente dicho pueden ser las familias,  el profesorado y el alumnado de Centros como San José Obrero, Manuel de Falla, Tartessos, Arana Beato, Antonio Machado (por fin ya iniciándose las obras) y Fernando Quiñones entre otros. Sin olvidarnos de importantes obras pendientes en el Elio Antonio de Nebrija, el Centro “de las promesas”.

Hablamos de centros con una media de 6 años de espera para  la erradicación de este panorama tercermundista y sin una esperanza cercana de desahucios de las caracolas.

Finalmente,  una pregunta para la reflexión: ¿Hay algún centro concertado y, por tanto, sostenido con fondos públicos de la Junta de Andalucía que cuente con aulas prefabricadas?

Mª Ángeles Gómez Bernal | Coordinadora del Área de Cultura y Educación de Foro Ciudadano de Jerez

A primeros del mes de septiembre, como cada año, nos proponemos nuevos objetivos, nuevas metas y nuevos propósitos por cumplir: adelgazar aquellos kilos que hemos cogido durante el verano, dejar de fumar, estudiar inglés, hacer más deporte… En el mismo sentido, la actividad política también se retoma con nuevas promesas de quienes nos gobiernan con las que encandilar y, por desgracia en muchos casos, volver a engañar a los despistados votantes.

Los gobernantes tienen más suerte que los estudiantes, pues pueden empezar el nuevo curso aunque hayan sacado un rotundo cero en el ejercicio político que dejaron atrás, allá por el mes de julio antes de que comenzaran sus vacaciones estivales disfrutando de lo que en muchos casos les privan a casi seis millones de españoles. Seis millones que no tienen vacaciones porque sencillamente no tienen empleo.

Sin embargo, no es posible obviar la excepcionalidad del momento por el que atravesamos: sumidos en una profunda crisis socioeconómica;  desesperación de millones de familias en nuestro país; sueldos que bajan,  impuestos que suben; luz, agua, hipotecas… que se encarecen; miedo y desconfianza de nuestros pensionistas que temen la pérdida de poder adquisitivo; escepticismo y futuro incierto de nuestros jóvenes; y emigraciones forzosas que separan familias.

Ante este panorama, este septiembre no debe ser el inicio de otro curso político más. No podemos permitir que estas declaraciones de intenciones queden en una cortina de humo y se esfumen y diluyan en cuanto nos embargue la rutina. Esa rutina tan amarga para miles y miles de personas.

Los partidos políticos son los instrumentos necesarios para que esa mayoría ciudadana pueda articular sus objetivos y pueda resolver sus problemas, y su actividad no ha de frenarse si estas necesidades no están totalmente cubiertas y tratar de volver en el mes de septiembre prometiendo un nuevo “borrón y cuenta nueva”.

Lamentablemente, la ciudadanía y el poder político están más alejados que nunca, y el descrédito hacia quienes nos gobiernan, ya sea en Madrid, Sevilla o Jerez, Gobierno, Junta y Ayuntamiento, ha alcanzado cotas históricas. Válgame como ejemplo de lo anterior las declaraciones con las que el señor Rajoy ha abierto el curso político. En comparecencia pública se ha “mostrado orgulloso de que España haya levantado cabeza” y que “las cosas no están bien, pero están mejor que hace un año”. Y para más inri se propone como objetivo “superar la situación en la que los socialistas dejaron España”. No sólo sigue instalado en el mismo país ficticio que dejó antes de marchar a su Galicia natal, sino que sigue valiéndose de la cansina herencia recibida.

En el inicio de este nuevo ciclo político, debemos renunciar públicamente a la utilización del socorrido “y tú más”. Ya basta de reproches estériles, sin aportar las verdaderas soluciones que se espera de un gobierno que nos demuestra día a día que es incapaz de hacer fluir proyectos, reformas y estímulos que puedan traer prosperidad a nuestra tierra.

Me resulta penoso y triste que nuestro máximo representante político   se sienta orgulloso de la situación económica que, entre otros, él mismo con sus pésimas y dañinas decisiones ha creado y que, consecuentemente, han elevado a límites insoportables el nivel de pobreza y miseria de nuestro país. El nuevo curso político debe marcar una esperanza de que las cosas van a hacerse mejor, de otra manera más saludable, para encarar los múltiples desafíos que se nos presentan. Hay que resistirse y oponerse a toda costa a que la política se haya convertido en un continuo más de lo mismo.

Rocío Montero, portavoz municipal de Foro Ciudadano de Jerez

En estos días da comienzo la campaña de captación de abonados del Xerez Club Deportivo y para muchos xerecistas ha llegado la hora de la verdad. Toca decidir realmente si apoyan o no al club de toda su vida que, de nuevo, se mantiene bajo la dirección de empresarios foráneos de dudosa reputación y solvencia. A partir de ahora no habrá asamblea de abonados ni referéndum que valga, llega la hora de la verdad. Es tan sencillo, y complicado a la vez, como decidir si renuevan o no su carné de abonado; si apoyan o no al Xerez de Energy. Leer noticia completa

Jerez tiene que ser especial para todo. El fútbol, por su puesto, que no se iba a quedar atrás. Ahora. con la afición xerecista estamos viviendo otro episodio particular más. La situación del Xerez Club Deportivo ha terminado por dividir al xerecismo, unos amantes del fútbol de su ciudad que lo único que quieren es defender sus colores y ver jugar a su equipo cada fin de semana. Dirigentes no deseados, graves problemas económicos, intereses particulares de unos y otros, y un largo etcétera han creado una profunda y triste división en la ciudad.

En una época del año en la que todo debería ser ilusión, esperanza y unión, la falta de claridad, le nefasta gestión de la situación de algunos y la poca previsión de otros ha sembrado una enorme duda que difícilmente podrá reconciliar a los xerecistas. No sé si el Xerez CD terminará la temporada en Segunda B, tampoco entiendo cómo sale a competir el plagio del conjunto azulino sin el primero estar liquidado, y menos entenderé la división del fútbol en la ciudad. Y es que, si con dos equipos ya era complicado, ahora con tres ni lo quiero imaginar. Guerras, intereses de unos y otros, y en medio una afición que solo quiere y creé en unos colores.

Las ansias de unos por mantener vivo el Xerez de las últimas décadas, y las de otros que se erigen como los salvadores del fútbol local, del xerecismo en particular, pienso que siguen sin ayudar en nada a un deporte que ya de por sí está castigado en Jerez. Espero equivocarme, pero con dos equipos del Xerez, dos intereses xerecistas  y una rivalidad irreconciliable, mucho me temo que tardaremos en ver fútbol profesional, y del bueno, en la ciudad.

Aunque el propósito de estos párrafos es una mirada distendida a lo que nos rodea, esta semana no logro sustraerme de la tristeza que ha dejado en la ciudad la muerte de Manuel y María Rosa en el brutal accidente de tráfico del jueves 18. Con 17 y 15 años perdieron la vida en la carretera por cruzar su inocente camino con quién no debía ir siquiera conduciendo.

Cuando una ciudad está conmocionada por una brutalidad así se nota y la pena ha sido palpable estos días por las calles. Vecinos, familiares, compañeros de trabajo… en todos los círculos se ha comentado el triste suceso. No es imaginable el dolor de las familias pero en esta ocasión creo que a mucha gente que ni siquiera conocía a los chicos se les ha encogido un poco el corazón. Dos muertes injustificables, demasiado tempranas, violentas, sin razón de ser, que han extendido el luto por todo Jerez. Descansen en paz.

La memoria es frágil y el pensamiento humano, fragmentario y casi siempre parcial y sesgado. Casi nunca recordamos con tanto ahínco las cosas positivas como almacenamos y nos torturamos una y otra vez con las negativas. Es más fácil criticar lo malo que preservar y defender lo bueno. No hablemos ya cuando entra en juego el paso del tiempo. Y digo todo esto a propósito de las jornadas impulsadas por el gobierno local del PP para defender un plan integral para el centro histórico, el cual es necesario revitalizar a toda costa y recapitalizar especialmente en el plano ciudadano porque hace ya bastantes años que hemos mirado demasiado a la expansión en lugar de hacia dentro. En esto estamos de acuerdo. Pero hasta dónde llegará la incoherencia, los bandazos y el no saber dónde se pisa de este equipo popular que comanda la alcaldesa Pelayo que en las mismas jornadas se despotrica partidaria y sesgadamente de la gestión urbanística de la ciudad “en los últimos 25 años”, mientras se invita como ponente de ‘prestigio’ a esa jornada a uno de los máximos responsables técnicos municipales del diseño y planificación de la ciudad en esas dos décadas y media.

Como de desmemoriados, o mezquinos, podrán llegar a ser para cometer tamaña idiotez por el simple hecho de no reconocer que lo que bien se hizo, bien hecho está y al César lo que es del César. Porque se podrán poner todos los reparos que se quieran e incluso se podrá pensar que hubo actuaciones no tan acertadas, especialmente, en los años del boom inmobiliario (2000-2007), pero de lo que no hay duda alguna es de la enorme transformación que ha sufrido el centro histórico de la ciudad, y ésta en su conjunto, bajo los diferentes gobiernos de Pedro Pacheco: desde el año 79 a 2003. Desde que lograra en el año 82 su declaración nacional como Bien de Interés Cultural (ahí está el BOE para los olvidadizos), no sólo reimpulsó el centro histórico transformándolo en centro comercial abierto con apuestas tan valientes y positivas (como polémicas fueron en su día) como la peatonalización de Larga y Arenal, sino que se preocupó del patrimonio histórico-artístico (ahí está la ejemplar rehabilitación de San Dionisio, la rehabilitación de los Claustros y la demolición del hotel dentro del Alcázar y la posterior rehabilitación del conjunto monumental) y prácticamente puso punto y final a la infravivienda en los barrios más señeros, promocionando miles de viviendas públicas en la periferia y en el mismo casco histórico que mejoraron considerablemente la calidad de vida de los vecinos. Más tarde, a raíz de ese éxodo de familias humildes que buscaron pisos más dignos y confortables en las barriadas, se produjo en parte esa despoblación y proliferaron las viviendas sin mantenimiento ni inquilinos que acabaron abandonándose o directamente pasando al registro municipal de solares. Y ahí entró de nuevo el carácter visionario de Pacheco, capaz de pergeñar un emblema que hiciera renacer el centro histórico en forma de Ciudad del Flamenco y que, por sí mismo, fuese capaz de hacer florecer todos esos solares y casas semiderruidas. Pero una vez más, Jerez padeció (como sigue padeciendo) el abandono y la marginación sistemática de los Gobiernos autonómico y central dirigidos alternativamente por PSOE y PP, por lo que lo poco que pudo impulsarse se hizo a pulso, una vez más, gracias al esfuerzo de los jerezanos.

Así, grosso modo, queda resumida la historia más reciente del centro histórico, de la que saben mucho los buenos profesionales del Ayuntamiento y de la que poco o nada parecen querer saber los políticos de turno que sólo buscan el rédito fácil y el gran titular sin aportar ideas, proyectos y, sobre todo, ilusión y esperanza. Esto ha sido así y quien quiera olvidarlo que lo haga, pero hay páginas que por mucho que se intente no pueden arrancarse de la historia.

Raúl Ramírez, portavoz de Foro Ciudadano de Jerez

No por ser esperada, la muerte de un ser querido es menos dolorosa. Esto es lo que ocurre con el Xerez. Aunque finalmente no se reúna el consejo de administración y Joaquín Morales siga retrasando la agonía, desde hace meses nos hemos hecho a la idea de que el club al que queremos está en la UCI y no pasará nunca a planta. No habrá mejoría. El final, aunque esperado e inevitable, será doloroso. Por mucho que se hable de refundación y de que el sentimiento xerecista continuará, me duele que desaparezca mi equipo. Me jode que muera el Xerez Club Deportivo. 

En multitud de ocasiones a lo largo de todos estos años, hemos hablado de este Xerez como del enfermo que se desangra y nadie acude a socorrerlo. Lamentablemente aquellos que han acudido a su lamento no ha sido para taponar su herida, si no más bien para llevarse la cartera y el reloj mientras el moribundo Xerez se mantiene inerte en el suelo con un hilo de vida. Carroñeros en busca de un pelotazo económico fácil de donde sacar tajada. Empresalizar los sentimientos, cuantificar de manera monetaria el querer.   Todos aquellos que se erigieron como salvadores (Oliver, Silgado, Morales y compañía) no han hecho otra cosa si no meter la mano en el bolsillo del agonizante. Solo deseo que aquellos que lo han matado, le han denegado auxilio alguno y han omitido flagrantemente su deber de socorro, lo paguen con años de prisión. Que sus fechorías y avaricias no queden impunes.

Pero no sólo ellos son lo máximos responsables del ocaso de este club. ¿Dónde queda en toda esta tragedia Javier Tebas? El abogado ha demostrado ser una persona con un afán de notoriedad incalculable y un ansia de poder que le ha llevado a llenarse los bolsillos a costa de los sentimientos y las ilusiones de clubes de toda España. Desde el primer minuto me dio en la nariz que una vez  descendido, en el momento que el Xerez ya no fuera un equipo “Profesional”, no sería problema dejarlo morir. Muerto el perro se acabó la rabia. “La LFP hará todo lo posible para ayudar al Xerez”, decía el abogado. Titulares llenos de palabras vacías. Mucho ataque y poca autocrítica sobre su gestión. Poca no, ninguna. Su objetivo era sacar adelante el convenio con los acreedores y, como diría el otro, “sacao está”, pero ¿a qué precio? Pues uno desastroso, la disolución del club.

Y como entre abogados anda el juego… ¿Qué responsabilidad tienen los administradores del concurso de acreedores? Aún recuerdo aquellas palabras de Jesús Rodríguez: “no me gustaría nada que mis hijos dijeran que su abuelo fundó el club y su padre contribuyó a que desapareciera”. Pues se ha lucido el abogado jerezano. Vamos, para ponerle una placa junto al minotauro. Muy probablemente sus hijos puedan pronunciar esa frase, pese a que a él no le guste nada, ya que puede ser el mismo Jesús Rodríguez y Antonio del Puerto quienes actúen en el procedimiento legal que liquide para siempre la Sociedad Anónima Deportiva. Rodríguez llegó a afirmar que “el club no va a morir, ni mucho menos”. Más titulares, más palabras vacías. ¿Cómo se puede explicar que tan sólo un día después de que la jueza Nuria Orellana levantase el concurso de acreedores, la Seguridad Social embargue los derechos del club en la Liga? No hay por dónde cogerlo.

No se ha cumplido un año de la finalización del concurso de acreedores y dudo que los impresentables que mal dirigen el Xerez no hayan podido sacar adelante a este enfermo, simplemente no han querido. De hecho el Xerez morirá porque no se ha podido pagar la primera cuota pactada con Hacienda en diciembre de 2012. Es para mear y no echar gota. ¡La primera! Sólo espero que este crimen no quede impune, que la justicia depure responsabilidades y que los responsables de éste asesinato lo paguen con años de cárcel. DEP Xerez Club Deportivo.

LOLO PAÉZ

Este verano la dirección del hospital volverá a cerrar camas como en años anteriores, al igual que ocurrirá con los quirófanos, que se reducirán casi en un 75%. Asimismo, tanto el módulo de consultas externas como los quirófanos dejarán de funcionar por las tardes.

Una vez más, las camas que quedarán inoperativas serán superiores a las de años anteriores, y una vez pasada la temporada estival, muchas de ellas no volverán a tener utilidad, quedando mermada la ocupación de plantas como Neumología y  Urología. Hemos pasado en temporada normal de 600 camas a contar en la actualidad con una totalidad de 521, dato al que habrá que descontarle lo que este verano cierre ‘sine die’, y que además viene acompañado de la reducción laboral al 75% que está sufriendo el personal eventual por el decreto de 1 de julio del 2012.

Todo esto ocurre pese a que la demanda asistencial es altísima, dejando estas políticas del Servicio Andaluz de Salud al centro hospitalario jerezano nuevamente al límite, bajo mínimos y sobre las cuerdas.

Los pacientes vivirán este ‘nuevo’ escenario de la siguiente manera: cualquier persona que ingrese por urgencias con una patología relacionada con alguna especialidad concreta tendrá en todo caso que ser hospitalizado en otra planta distinta, ya que pacientes de otras especialidades llamados ectópicos están ocupando camas en servicios que no les pertenecen en su especialidad.

Al bajar el número de camas lo que pretende la política de la Junta es reducir personal; habiendo días en los cuales se tiene que hacer uso de estas camas inoperativas con la mitad de personal en los propios servicios, y si se tratara de abrir puntualmente una planta por masificación en el área de Urgencias, el personal que hiciese falta en ese momento lo trasladarían de alguna planta cualquiera, mermando la asistencia de los propios pacientes ingresados, a pesar de la profesionalidad de todos; A todo esto se suma la incertidumbre por el futuro de estos profesionales cada vez que se acerca final del contrato, ya que no saben a qué situación pasarán en el siguiente mes.

El SAS empezó a aplicar el cierre de camas hace ya demasiados veranos, trasladando este ‘invento’ a periodo de Semana Santa y Navidad. El problema es que los profesionales ya están desilusionados y aburridos, y ellos son los que sustentan nuestro sistema sanitario, además están viendo los recortes que las diferentes administraciones tanto a nivel estatal como autonómico están haciendo en lo que ellos les llaman calidad asistencial de la Sanidad Publica, con sangrante tijeretazos tanto en hospitales como en centros de salud.

Se recuerda hojeando hemerotecas lo que decía la consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, admitiendo que los recortes de millones de euros en el capítulo de personal eran irrenunciables: “en vez de despedir a 30.000 trabajadores del sector público, lo que hemos preferido es recortar los salarios y ampliar la jornada laboral”, advertía esta señora, recordando que todo esto se hacía sin despidos y sin desmantelamiento de la sanidad pública.

Pues bien, con todo esto se ha traspasado para los empleados públicos la línea roja, algo que algunos políticos de tres al cuarto decían que nunca  iba a ocurrir. Y encima hay que dar las gracias a nuestros gobernantes en la Junta de Andalucía por defender los recortes de los salarios a los trabajadores de la Sanidad para poder cumplir sus objetivos, diciendo que deberíamos estar orgullosos por no perder nuestro empleo. Les quitan las mejoras sociales conseguidas, premios y permisos, además la paga extra, y encima se supone que los profesionales tienen que estar motivados ante los sobresfuerzos que se les vienen encima en esta época del año. Y, para colmo, realmente nos tenemos que creer que se ajustaron las retribuciones de los equipos directivos. Todo esto ha llevado a la sanidad pública a un límite en el que los principales perjudicados serán los usuarios y, por supuesto, los profesionales que tienen que atenderles.

JOSÉ LUIS SÁNCHEZ ROSTOLL. Coordinador de Organización de FORO CIUDADANO DE JEREZ

Y el curso académico se acabó. Es el momento de preparar la fiesta final de despedida, recoger libros, entregar notas y cerrar unas aulas que durante 9 meses han tenido vida y han disfrutado del viaje cotidiano de miles de niños y niñas que desde la educación publica han crecido, madurado y aprendido junto a sus maestros. Funcionariado publico, dicho sea de paso, al servicio de la ciudadanía y tan desprestigiado por la sociedad a causa de las viperinas lenguas e interesadamente malintencionadas de aquellos que han querido hacerles recaer sobre sus hombros la culpa de muchos de los males económicos de esta sociedad y que han sido sometidos a los mayores recortes y retrasos en bienestar adquiridos y conseguidos tras décadas de lucha y reivindicaciones.

Ha sido un curso lluvioso, frio y duro y no solo me refiero a la climatología sino al discurrir de los acontecimientos y decisiones dañinas y perjudiciales que desde los estamentos políticos se han puesto en marcha y que tristemente han caído de lleno cual losa sobre nuestros niños y niñas.

Durante este curso, que estos días toca a su fin, hemos asistido entre otras muchas cosas, a huelgas de los servicios de limpieza debido a que a este colectivo se le adeudaban varias nominas, falta de conserjes en algunos centros de Jerez “gracias” al ERE municipal realizado por el gobierno local del PP, protestas de padres y madres por el estado y mantenimiento de los colegios, luchas en contra de las masificaciones de alumnos en aulas prefabricadas, huelgas de la concesionaria del servicio de comedor, huelgas de profesores con sus mareas verdes, y hasta huelgas de la AMPA, y ha finalizado con el anuncio de una nueva una reforma en educación que ha preparado la Administración central. Una reforma más, y perdemos la cuenta de todas las reformas llevadas a cabo en los últimos 30 años, elaborada en este caso sin consenso con la comunidad educativa y cuyo único objetivo es implantar un modelo ideológico, utilizando a nuestros hijos e hijas cual conejillos de indias y jugando con su futuro.

Incluso durante este curso se ha abierto el debate sobre algo que tristemente estaba ahí y nadie quería aceptar, como es el hecho de que muchos de nuestros niños y niñas pasan hambre o presentan problemas de malnutrición.

Académicamente, cada uno de nuestros niños y niñas en estos días traerán sus notas. Algunos vendrán cargados de sobresalientes y otros necesitaran mejorarlas en septiembre, pero lo que esta clarísimo es que como sociedad, este curso lo hemos suspendido con un cero patatero, y mucho tendremos que mejorar de cara al curso que viene, si queremos que la EDUCACION de nuestros hijos sea la base para la preparación de nuestros jóvenes y el futuro de nuestros trabajadores, en cuyas manos puede estar la salvación a muchos de los males que padecemos hoy.

Esperamos que todos hayamos aprendido alguna buena lección de este curso que prácticamente ya acabó… En septiembre más.

Rocío Montero (Portavoz municipal de Foro Ciudadano de Jerez)