Federico García Lorca escribió ‘Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín’ en 1933. Se trata de una tragicomedia en la que un anciano que no conocía el amor, se enamora de una joven con la que se ha casado en un matrimonio concertado. Sin embargo, la joven tiene otros enamorados, en la misma noche de bodas le engaña con 5 hombre. Todo ello provoca un tierno enredo en escena.

La versión que se podrá disfrutar mañana a partir de las 22 horas en los Claustros de Santo Domingo corre a cargo de la Escuela de Teatro y Cine El Jinete Verde, y cuenta con la presencia de guiñoles en escena, ya que los amores de Belisa están protegidos por varios duendes.

La II Muestra de Teatro Profesional de Jerez seguirá el miércoles 14 de agosto, cuando llenará los Claustros de Santo Domingo ‘Tristán e Isolda’, de Marco Antonio de la Parra, con Iónica Teatro. La obra es una tragicomedia de dos examantes que se reencuentran y evocan su pasado común, y ha adelantado un día su presencia en los Claustros, prevista inicialmente para el jueves 15.

El jueves 22 de agosto llegará a los Claustros la obra ‘¡Hagan juego!.. Rien ne va plus!’, de Carolina Serrano, y a cargo de La Cabal Teatro. Se trata de una comedia interactiva con un final en el que el público podrá elegir de la manera que quieren que acaben las historias que se plantean. La II Muestra de Teatro Profesional se cerrará el 29 de agosto con la representación por parte de Teatro Estudio Jerez de ‘Salsa Yoga’, del jerezano Josemi García, una comedia sabrosona con alto contenido erótico, no recomendada para menores de 18 años. Por primera vez en 12 años, la compañía interpreta la obra de un autor jerezano.

La entrada tiene un precio único por persona de 8 euros, y el bono 35 euros. Se pueden reservar en el 601020725 y en portal www.interentrada.com, así como en la sede de Escena Lírica Producciones (calle Paraíso, edificio, Jerez 74, oficina 19) y en Cervecería La Cañita (calle Porvera).

Dijo Rubén Olmo que su intención era que el público entendiera de principio a fin la historia que quería contar: la vida y muerte (sobre todo, esto último) del torero a través del texto ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejías’, de Lorca. Y lo consiguió con una puesta en escena comprensible en la que se distinguió perfectamente la alegría de la fiesta del sobrecogimiento de la tragedia en la plaza y la tristeza de la despedida.

El espectáculo tuvo algunos momentos muy celebrados por el público como el tango de Granada interpretado por Patricia Guerrero y el fandango de Huelva ejecutado por el propio Olmo frente a otros más discretos y con menos peso. En una primera parte se vio más el flamenco que en la segunda, donde predominaron básicamente otros estilos más propios de la danza contemporánea y española. Notables fueron los paso a dos del montaje, donde se dejaba ver la singularidad de cada bailarín. El cantes estuvo protagonizado por Juana Salazar ‘La Tobala’ y la voz contundente de Cristian Guerrero.

El montaje ha tomado entidad propia desde ‘Metáfora’ y ha sido en Jerez donde ha vivido su puesta de largo.

La ficha

Solistas; Rubén Olmo, Patricia Guerrero y Eduardo Leal

Cuerpo de baile: Sara Vázquez, Ana Agraz, Marta Arias, Maise Márquez, Sara Arévalo, álvaro Paños, Juan Carlos Cardoso, Ángel Fariña y Fernando Jiménez

Cante: Juana Salazar ‘La Tobala’ y Cristian Guerrero

Guitarra: Daniel Jurado y Michele Laccorino

Percusión: David Chupete

Música original de Pedro Sierra

Dirección artística y coreografía: Rubén Olmo

Producido por el Instituto Andaluz de Flamenco

Silvia Marsó aborda el papel protagonista de ‘Yerma’ desde “la naturalidad, dejándome llevar por lo que Lorca ofrece, que es muchísimo”. La actriz es pieza angular de este montaje, dirigido por Miguel Narros, sobre la obra de García Lorca que el viernes día 2 de noviembre (20.30 horas) se pone en escena en el Teatro Villamarta. Los actores Marcial Álvarez e Iván Hermés encarnarán los personajes masculinos  como contraste al alma femenina que retrata este conocido texto.

“Para mí el reto de interpretar el papel de Yerma no es un hacer un gran personaje, sino hacer un gran texto, que es un matiz distinto”, señala Marsó. “Mi propuesta es la sinceridad, no el alarde; sólo busco dejarme llevar por lo que ofrece el autor”, añade. Y es que, en su opinión, “el texto es el que tiene que llegar al público”.

A ello contribuye el montaje ideado por Miguel Narros, puesto que, según Marsó, el director de escena despoja a su protagonista de artificios y la dota de mayores dosis de normalidad. A su juicio, la obra cuenta el proceso de un personaje hacia la destrucción. “La obsesión la conduce a la enajenación, pero es un ser humano normal del mundo rural, no una heroína”, explica.

A través de esta ‘Yerma’, Silvia Marsó ha conseguido uno de los objetivos profesionales que aún le quedaba por cumplir: trabajar bajo las órdenes de Miguel Narros. Sobre esta experiencia, asegura que “tiene una forma de ensayar sorprendente. He llegado a la conclusión de que es el Van Gogh del teatro. Así como este maravilloso pintor daba pinceladas desde la emoción, borrando y corrigiendo continuamente, para crear una imagen llena de matices, él hace lo mismo”. Este proceso de trabajo “te hace improvisar, equivocarte”, sostiene. No obstante, crea un ambiente de trabajo “muy vivo y lleno de inspiración”.

Una de las obras más bellas

Por su parte, Miguel Narros se ha mostrado muy satisfecho con el trabajo de Marsó. “Da muy bien en el papel porque ha sabido convertirse en una gran perdedora”, indica. El gran director vuelve ahora a ‘Yerma’, título que ha vuelto a poner en escena después de una década. “Mi regreso a esta obra de Lorca no es sólo por ser una de las más bellas del teatro español, sino que nace de la necesidad de mostrar cómo aún hoy las relaciones entre hombre y mujer están muy deterioradas”.

En esta ocasión el montaje de Narros apunta más hacia la austeridad porque “la verdad no está disfrazada nunca”. Reitera la vigente actualidad del texto lorquiano para la mujer de hoy, puesto que se abordan “las relaciones de poder” entre ambos sexos, donde “la más débil es la mujer, independientemente de que hay mujeres más fuertes”.

Marcial Álvarez e Iván Hermés representan el mundo masculino de este montaje, la necesaria réplica al universo femenino. Álvarez, actor que se hizo popular por su participación en la serie ‘El comisario’ y que da vida al marido de Yerma, afirma que su personaje también es “víctima de una educación castrante y una religión oscurantista”.  Por su parte, Iván Hermés –que encarna al pastor Víctor- apunta que su personaje es “sincero, honesto, libre e inocente”.

El reparto lo completan María Álvarez, Lara Grube, Roser Pujol, Rocío Calvo, Asunción Díaz, Soleá Morente, Paloma Montero, Mona Martínez, Teresa Quintero, Emilio Gómez y Antonio Escribano. Uno de los principales atractivos de esta producción radica en su banda sonora, creada por el desaparecido cantaor Enrique Morente.

‘Yerma’ es una obra teatral de referencia. En su día, fue estrenada por Margarita Xirgu, quien posteriormente en el exilio la dirigió con María Casares como protagonista. No sería hasta 1960 cuando volvería a ponerse en escena con dirección de Luis Escobar y con Aurora Bautista encabezando el reparto. A esta propuesta seguiría la protagonizada por Nuria Espert (1971). Desde entonces, abundan los montajes de la célebre obra de Lorca. El último, éste de Miguel Narros estrenado en mayo del presente año en Murcia.

‘Yerma’ forma parte del Ciclo Grandes Intérpretes incluido en la programación de otoño del Teatro Villamarta. De este ciclo teatral también forman parte ‘Esta noche no estoy para nadie” con Kiti Manver y Gisela (16 de noviembre), ‘Querida Matilde’ con Lola Hererra (24 de noviembre) y ‘La lengua madre’ con Juan Diego (30 de noviembre).