Dijo Rubén Olmo que su intención era que el público entendiera de principio a fin la historia que quería contar: la vida y muerte (sobre todo, esto último) del torero a través del texto ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejías’, de Lorca. Y lo consiguió con una puesta en escena comprensible en la que se distinguió perfectamente la alegría de la fiesta del sobrecogimiento de la tragedia en la plaza y la tristeza de la despedida.
El espectáculo tuvo algunos momentos muy celebrados por el público como el tango de Granada interpretado por Patricia Guerrero y el fandango de Huelva ejecutado por el propio Olmo frente a otros más discretos y con menos peso. En una primera parte se vio más el flamenco que en la segunda, donde predominaron básicamente otros estilos más propios de la danza contemporánea y española. Notables fueron los paso a dos del montaje, donde se dejaba ver la singularidad de cada bailarín. El cantes estuvo protagonizado por Juana Salazar ‘La Tobala’ y la voz contundente de Cristian Guerrero.
El montaje ha tomado entidad propia desde ‘Metáfora’ y ha sido en Jerez donde ha vivido su puesta de largo.
La ficha
Solistas; Rubén Olmo, Patricia Guerrero y Eduardo Leal
Cuerpo de baile: Sara Vázquez, Ana Agraz, Marta Arias, Maise Márquez, Sara Arévalo, álvaro Paños, Juan Carlos Cardoso, Ángel Fariña y Fernando Jiménez
Cante: Juana Salazar ‘La Tobala’ y Cristian Guerrero
Guitarra: Daniel Jurado y Michele Laccorino
Percusión: David Chupete
Música original de Pedro Sierra
Dirección artística y coreografía: Rubén Olmo
Producido por el Instituto Andaluz de Flamenco