Antonio Cornejo vivió de una manera muy especial el partido del domingo. El central ha estado en la enfermería desde la jornada número uno y ha tenido que sufrir muchas horas de entrenamiento en soledad en busca de una recuperación que ha tardado muchísimo en llegar. Pero por suerte para el jugador, su puesta a punto se producía justo para llegar al partido más importante de la temporada.

Minutos antes de arrancar el duelo contra el Espera, Carlos Orúe anunciaba una convocatoria en la que aparecía el nombre de Antonio. Cornejo cuenta que en ese momento dedicó unos momentos para la reflexión: “Sólo se dio cuenta Pablo, pero cuando el míster dio la lista de convocados los titulares se metieron para el vestuario y yo me quedé sólo en el campo y lo cierto es que se me escaparon algunas lágrimas. En ese momento se me pasó por la mente todo lo vivido durante la campaña. Luego ya me puse en el papel de futbolista y me metí en el partido”.

Y lo cierto es que al defensa le salió todo a pedir de boca. Como él mismo dice, pudo “hacer realidad lo que todo el mundo sueña. Regresé para jugar en el partido del ascenso y además pude marcar. Me vi muy apoyado por todos los compañeros y sentí una serie de emociones que nunca había vivido en el fútbol”.