Desde la Coordinadora en defensa de la gestión pública del agua han denunciado que, esta vez, les ha tocado a los vecinos de Torrecera tener que vivir la experiencia de la pérdida del servicio que de por vida ofrecía Ajemsa. Una vulgar y habitual rotura o atasco en una acometida de alcantarillado de un vecino de esta pedanía, “ha tenido que ser reparada por el ayuntamiento pedáneo y por los propios vecinos, ante la falta de respuesta de Aqualia, que se ha desentendido del problema y ha sentenciado que por ley le corresponde al titular del suministro”.

Este tipo de averías, muy comunes en cualquier servicio integral del agua, era antes atendida con premura y sin cuestionarse su autoría por el Servicio de Aguas de Jerez, que automáticamente se hacía cargo de sus trabajos así como del coste de los mismos.

La Coordinadora del Agua de Jerez, vuelve a insistir en que “la competencia del agua sigue siendo del consistorio jerezano, aunque la gestión de la misma se haya encomendado a una empresa pública. Desconocemos los detalles de la incidencia, que todo apunta a que sea debida a un atasco en la conexión a la red general del saneamiento, que va como siempre por el centro de la vía pública. Al aviso de este atasco, que además provocaba derrame peligroso e insalubre en la calle, con el riesgo de contaminación y enfermedades, una “empresa con tanto prestigio” tenía que haber puesto los medios suficientes para eliminar el problema, detectando en todo caso con sus cámaras, el origen de la incidencia; no puede desentenderse, ni negar el servicio dejando el grave problema a los vecinos”.

Pero lo que más indigna a este colectivo en defensa del agua pública, es la dejadez que ha demostrado el equipo de gobierno. “El Alcalde de Torrecera puso el problema en conocimiento del ayuntamiento jerezano y este se ha limitado a seguir las instrucciones de Aqualia, que sigue afirmando que el problema tenía que ser solucionado por el titular y con cargo al mismo. Ante la negativa y la falta de atención del equipo de gobierno, el alcalde de la pedanía, Manuel Bertolet, tuvo que intervenir y hacerse cargo, junto a los vecinos, de las obras de la avería”.

“Es vergonzoso, indignante y del más bajo nivel político y social, el que un equipo de gobierno, puesto por sus vecinos para administrar sus servicios, llegue al límite de dejar de hacer su principal función, como tendría que haber sido de salir al paso y evitar el grave problema de salud y el conflicto ciudadano, y encima ponerse del lado de la empresa que se muestra cicatera y con un fuerte fuerte afán de rentabilizar el servicio que todos los jerezanos hemos levantado, año tras año y que ahora lo han convertido en una pura y dura factoría de hacer billetes, gracias a la falta de la calidad del servicio en general, como hemos visto en Torrecera y la de encarecer el precio del agua. Esto demuestra de forma inversa, “las bondades” de la gestión privada, que nos vendieron a la hora de hacer la operación de venta. Nos convirtieron de ciudadanos de derecho en clientes cautivos y al agua de ser un derecho, en una mera mercancía; no hay que olvidar que el agua es un monopolio, por lo que no podemos irnos a la tienda de enfrente para comprarla, si no nos gusta el servicio que nos da Aqualia”.

“Valentía de los alcaldes pedáneos”

La Coordinadora jerezana, aprovecha para “agradecer a los alcaldes de Torrecera, Estella y Guadalcacín, por su valentía y honestidad demostrada, con el proyecto de remunicipalización del agua de sus pedanías, en colaboración de la empresa totalmente pública Aguas de la Sierra. En poco, los vecinos de estas pedanías se verán libres de estas nefastas prácticas comerciales, que empobrece a la población”.

“Por otro lado, esperamos que este caso sirva al alcalde de la Barca de la Florida, para que de una vez se decida a seguir el ejemplo de estos tres alcaldes vecinos; hecho que sigue siendo una demanda generalizada de su población barqueña. Y al igual que condenamos como traidores del pueblo al equipo de gobierno de Jerez, también lo hacemos a los responsables políticos de Nueva Jarilla, El Torno y San Isidro, que se han rendido ante Aqualia, vendiendo vilmente a sus vecinos”.