Cuando en la última jornada de Liga de la pasada temporada Franco Amoroso marcaba ante el Barcelona B y daba la victoria al Xerez en su despedida del fútbol profesional no se podría imaginar que ese instante, esos segundos suficientes para controlar el esférico y batir al portero culé, sería el último guiño de una gran generación de futbolistas que estaban llamados a ser una gran hornada de jugadores del Xerez. Era el final del futuro humano del Xerez.
Posiblemente este argentino menudo, hijo de procurador del estado de Buenos Aires, no sea el ejemplo más claro de la última generación perdida del Xerez, pero sin darse cuenta, Franco, que a día de hoy se encuentra en su Argentina natal tras esta reciente aventura jerezana, se convertía en el último canterano en debutar antes de llegar al triste final de una generación.
Las generaciones en el fútbol siempre han existido y el Xerez no iba a ser menos. No hay club que no haya disfrutado de una gran zaga de jugadores y raro el que no haya sacado renta a ella. En Cádiz tuvieron a Chico Linares, los hermanos Mejías, Barla… En el Real Madrid la Quinta del Buitre, el Barcelona disfruta de su Masía, la Real, con ese grupo de bigotudos que se hizo con dos Ligas, como el Athletic… Así son las canteras, cíclicas, regenerándose una y otra vez en busca de la nueva hornada, pero en Jerez se han dejado pasar jugadores una y otro vez, sin apenas sacar rendimiento.
La cantera del Xerez CD vivió la temporada pasada su mejor momento. Todos los equipos de los escalafones inferiores militaban en las máximas categorías, mientras que el Xerez B luchaba para ascender a categoría nacional, esa Tercera División que abandonó años atrás. A provechando el tirón, tanto Esteban Vigo como Carlos Ríos hicieron uso de esa cantera a la que se tildó de “gran mentira”. Bicho, Joaqui, Toni, Marcelo, Amoroso, Forján, Zafra, Álex, Enrique Olmo, Carlos Cuenca… Muchos fueron los canteranos que disfrutaron de minutos o de la posibilidad de viajar con el primer equipo azulino, con todo lo que eso significa. Además, hasta siete juveniles debutaron con el filial de Paco Peña… Era el resurgir de una generación, una llamado de atención para demostrar que la cantera del Xerez era una realidad, triste por las adversidades, pero real.
Ese momento pre-Energy se vino abajo en poco tiempo. Los entrenadores, cuyos salarios avergonzarían a cualquier club profesional, no cobraban, los jugadores ponían dinero de su bolsillo para los desplazamientos, se pidió dinero a la afición, se mendigó… Y la burbuja explotó. Raúl López, preparador físico del filial, se despedía a través de su cuenta twitter. Aprendió en el Xerez y esos conocimientos se los llevaba a Tarragona, donde Emilio Viqueira comenzaba a prever lo que se avecinaba. Tras López, la desbandada, muchos de ellos, además, destino a Tarragona para poner acento andaluz a su filial, La Pobla. Iván Jiménez, Emaná, Joaqui, Juanito Benítez, Bicho… Esos jugadores que hicieron soñar a la afición con un ascenso en la temporada más aciaga del club se iban marchando uno a uno, ponían punto y final a la generación más prometedora del Xerez desde hace décadas.
Juanito Benítez, Toni, Adri Cuevas, Joaqui, Iván Jiménez, Iván Ares, Juanito Benitez, Topito, Emaná, Luis Lara, Martel, Bicho o Zafra ya han dicho adiós… A ellos se han unidos a juveniles como Marcelo, Alfonso, Carlos Cuenca y posiblemente Javi Forján, que ya ha dejado claro que, si no tiene sitio en el primer equipo, seguirá su proyección al otro lado del puente Carranza. Pero no son los únicos. La que ahora se ha despedido no ha sido la única generación perdida del Xerez.
De la mano de José Antonio Luna hubo un equipo que hizo soñar a muchos con el ascenso a Segunda División B. Ese equipo que dirigió en su momento Carlos Orúe en el albero de Santa Fe estaba llamado a ser el equipo del futuro del Xerez. Juanjo, Sergio y David Narváez, Portela, Juan Carlos, Jesús Pérez, Javi Moreno, Chico… Solo Portela llegó a formar parte del conjunto azulino en aquel mítico año del ascenso a la Liga de las estrellas. Por el resto, nadie hizo nada. Normal, en esos años -del 2007 al 2010- ningún jugador de cantera debutó.
Pero podemos retroceder algo más en el tiempo. Inicios de siglo, el Xerez, de la mano del alemán Bernd Schuster, era el centro de la noticia al codearse con el Atlético de Madrid en su lucha por ascender a Primera. Un recién ascendido plantando cara al cuadro colchonero que quería salir del infierno de la mano de Luis Aragonés. Dani Hedrera y Borja tuvieron su protagonismo con Schuster, pero solo era la punta de un iceberg que se estaba derritiendo. Era la primera generación del siglo XXI y estaba desapareciendo. Jorge Herrero, Borja, Ito, Dani Hedrera, Moi, Mateos, Carrasco, y los jóvenes Álex Colorado, Guille o Szendrei. Todos desaprovechados ante la falta de oportunidades.
La de la temporada pasada fue la que más canteranos pudieron debutar con el primer equipo azulino. De todos ellos, solo quedan unos pocos que ahora luchan por seguir teniendo esa oportunidad. Era el año de la cantera, la de David Vidal, ese profesor de fútbol. A día de hoy, solo Parada, Barba, Pelote, Reyes o Vicente quedan en un equipo cuyo entrenador lo ha dejado claro: “No es el momento de la cantera”.
Al dia de hoy la CANTERA sigue igual que la temporada pasada, con una ampliacion del Alevin que esta en preferente, maxima categoria,
Y los CANTERANOS que se han marchado, hay que alegrarse todos para subir de categoria,