Regates imposibles, ‘gambeteos’, sensación pura de flamenco futbolístico… La última sensación de la escuela andaluza se retira. Antonio Ramiro Pérez, Antoñito, Don Antonio ha anunciado que cuelga las botas después de más de una década como profesional.
“Una retirada a tiempo es una victoria”, reconocía ayer el exfutbolista del Xerez en la Cadena Cope, recordando que “hay que saber cuándo retirarse” y subrayando que “lo que te queda del fútbol son los ascensos y el cariño de las aficiones”, algo que se ganó en Jerez en las cuatro temporadas en las que defendió la elástica azulina.
Además, el delantero sevillano analizaba la actualidad del Xerez y destacaba que “lo mejor para el Xerez es la disolución y empezar de cero”, argumentando que “al Xerez le ha faltado el carácter que tuvimos en nuestra equipo. Teníamos gente con mucho carácter. El fútbol nos costó hasta dinero”
A sus 34 años, el delantero sevillano se crió futbolísticamente hablando en el fútbol sala de su barrio de San Pablo, aunque Manolo Jiménez se fijó en él para la cantera del Sevilla. Tras un promedio goleador sorprendente en juveniles, Antoñito debuta con el primer equipo nervionense en la campaña 2000/2001, en Segunda División, con el que consiguió el primero de sus cuatro ascensos a la máxima categoría del fútbol español.
Tras el ascenso fue cedido al Recreativo de Huelva de Lucas Alcaraz, con el que volvería a coincidir después en el Real Murcia, y equipo con el que consiguió su segundo ascenso a Primera. Posteriormente volvió al Sevilla, donde se asentó hasta 2005, año en el que se marchó cedido al Racing de Santander. Después pasó por el Real Murcia (2006-2007) y el Xerez (2007-2011), antes de jugar sus dos últimas temporadas en Segunda División B con el Atlético Baleares y el San Fernando.