La hermandad de la Borriquita realizó ayer su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Con 45 minutos de retraso por las inclemencias meteorológicas, la hermandad que preside Manuel Serrano puso la cruz de guía en la puerta de la capilla de la Escuela de San José, abriendo de manera simbólica en ese momento la Semana Santa. Una hermandad preciosa de contemplar en cada esquina de su recorrido, con la ilusión desbordada en el numeroso cortejo de palmas de la corporación, los más jóvenes de la cofradía, y una seriedad a destacar en el cortejo de Nuestra Señora de la Estrella, con un tocado sublime realizado por Fernando Barea para la salida procesional. Un lujo de hermandad, que cuenta con dos cuadrillas de prestigio, absolutamente consolidadas, mandadas por Martín Gómez Moreno y Manuel Serrano Navarro