La iglesia conventual de Capuchinos acogió anoche un acto histórico en el que el Santísimo Cristo de la Defensión quedó enmarcado en el paso de ‘Currito el Dorador’, las andas que portan cada Madrugá al Santo Crucifijo de la Salud. Esta misma semana, la cuadrilla de costaleros dirigida por Francisco Javier Franco trasladó el paso de la hermandad de San Miguel hasta su sede canónica, para así poder realizar en la noche de ayer el traslado del Santísimo Cristo de la Defensión.

Esta oportunidad era esperada con ilusión y nerviosismo por los hermanos de la cofradía del Martes Santo, que han quedado plenamente satisfecho del resultado estético de esta arriesgada apuesta. El acto, preparado con esmero por la diputación de cultos de la hermandad que preside Antonio García-Figueras, contó con la participación de la Coral San Pedro Nolasco, que estrenó una obra musical, concretamente un motete, cantado y armonizado sobre la base musical de la marcha procesional Cristo de la Defensión, con distintas salmodias gregorianas dedicadas a las Cinco Llagas de Cristo.

Cuando terminó la misa de hermandad, se realizaron diferentes meditaciones a las llagas de Cristo, protagonizadas por los hermanos mayores de las hermandades de la Defensión y del Santo Crucifijo, así como los hermanos fundadores de la hermandad de Capuchinos. A la cofradía le resta rematar los últimos detalles para que el vicrucis de la Unión de Hermandades, que se celebrará el próximo sábado a partir de las cinco y media de la tarde, sea un éxito y el principal momento de recogimiento y oración que organicen las cofradías en la cuaresma que comienza la próxima semana.