El último intento de alcanzar un punto de consenso ayer a última hora de la tarde, in extremis, y tras la intervención del gobierno municipal tampoco ha servido para poner fin a la huelga de basura que ya tiene colmada la paciencia de los ciudadanos. Tanto es así que esta noche se han vivido importantes momentos de tensión con algunos vecinos y también con la plantilla de la concesionaria que han hecho necesaria la intervención de la Policía Nacional.

El primero de los incidentes tuvo lugar alrededor de las nueve de la noche, cuando un grupo de vecinos del Mopu han arrojado algunos de los contenedores de la zona conocida como la cuesta del Titanic en mitad de la calzada. Esto ha provocado un corte de tráfico en la zona, a la que acudieron en primer lugar la Policía Local y los Bomberos, que retiraron los contenedores colmados de basura.

Sin embargo, los vecinos han tratado en todo momento de impedir que se desalojara la calzada, por lo que finalmente ha sido necesaria la intervención de agentes de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de la Policía Nacional sin que haya habido mayores consecuencias.

Casi dos horas después otros dos furgones de la Policía Nacional tuvieron que desplazarse de nuevo a la zona de El Portal, a las puertas de la sede de Urbaser donde la plantilla celebraba una asamblea que subió de tono justo cuando los representantes de la empresa llegados de Madrid iban a abandonar las instalaciones. En ese momento pareció que se iba a producir incluso alguna carga contra los trabajadores, aunque las cosas no se han ido a mayores y la concentración se disolvió sin incidentes.

Todo esto ha ocurrido después de que las dos partes se hayan vuelto a reunir esta tarde tras el desencuentro de la mañana. Así, la dirección de la concesionaria del servicio volvió a llamar a otro encuentro a los representantes de los trabajadores poco después de las seis de la tarde. Sin embargo, y según la versión de la parte sindical a la que ha tenido acceso este medio, “la oferta que pusieron sobre la mesa era de risa”.

Según han narrado a este medio fuentes del comité, la empresa ha llegado a amagar en la cita de esta tarde con mantener una reunión mañana con el gobierno local para rescindir el contrato. Según esta versión, la empresa no ve con malos ojos la oferta económica de rebaja de salarios y otros conceptos que han hecho los trabajadores, pero no van a aceptar dar más pasos para cuadrar el recorte del presupuesto que le impone el gobierno local por el canon de 15 millones que les debe el Consistorio, al que se suma el corriente de este año.

Es decir, que la empresa sigue sin poner sobre la mesa los 1,2 millones de euros que supondrían el 5% del recorte de 20 millones que el Ayuntamiento ha decidido aplicar en el coste del servicio y que, al parecer, sería una cantidad que podría ser suficiente para alcanzar un acuerdo que acabase con la huelga.