Que llueva más o menos no significa lo mismo para todos los jerezanos. Los habitantes de las tierras inundables de la zona rural miran ya con preocupación los partes meterológicos y observan el paso de las negras nubes sobre sus cabezas recordando los duros momentos que vivieron hace tres años, cuando el río no soportó la apertura de compuertas y se desbordó echando a perder cosechas y anegando muchas casas a su paso.

La reclamación es común en todas las poblaciones de la vega del Guadalete: que se acometan ya las obras necesarias para evitar nuevas inundaciones. “Han pasado tres años y todavía no se ha actuado lo suficiente para impedir que nuestra zona se convierta en una piscina cuando llueve”, explica la delegada de Alcaldía de La Ina, Mónica Castellet. Las pedanías y barriadas afectadas están uniendo esfuerzos y ya han celebrado varios encuentros de trabajo para analizar la situación aunque lamentan que “solo se acuerdan de nosotros cuando llueve, el resto del año parece que hay cosas más importantes”, como explica Susana Bustos desde Las Pachecas. Las noticias e imágenes de lo que ha ocurrido en las últimas semanas en otros puntos de Andalucía y del resto del país a consecuencia de las fuertes lluvias no hace sino acrecentar el miedo de estos vecinos.

Todavía hay destrozos causados por las inundaciones de hace tres años que no se han arreglado. Es el caso del muro de contención del colegio de La Ina, desplazado por un corrimiento de tierras. El centro mantiene valladas sus pistas deportivas sin que, de momento, haya noticias de su reforma.

En El Portal, otro de los puntos débiles, los vecinos ya se preguntan si este año se abrirán las compuertas. Ante la previsión de que pueda seguir lloviendo y, en consecuencia, suba el nivel de los pantanos, su delegada de Alcaldía, Isabel García, se va a poner en contacto ya con Protección Civil para mantenerse informados con antelación ante posibles alertas.

En la misma barriada, Diego Almodóvar confirma la preocupación vecinal : “Desde Unión Rural vamos a reclamar mediante escritos a la Consejería y a la Delegación Provincial que se ejecuten las obras pendientes en tres puntos principales del río para evitar inundaciones”, asegura. Insiste en que “no es una gran inversión y se tenían que haber hecho ya”. Aunque destaca que “está lloviendo poco a poco y la tierra lo está absorbiendo bien”, el temor a que empeore la situación no desaparece.

Ecologistas en Acción está haciendo también un seguimiento al problema del río a su paso por estas poblaciones junto con las barriadas y pedanías de la zona. “Se han hecho trabajos de limpieza y eliminación de vegetación no autóctona. No son suficientes pero están en la línea de lo que debe hacerse”, explica José Trujillo. Recuerda, igualmente, “que hay casas en terrenos donde no se debía haber construido nunca”.